Un grupo de científicos ha encontrado en la base de investigación rusa Vostok, ubicada en la Antártida, cloro radioactivo de pruebas nuclearas marinas realizadas por EE.UU. en el océano Pacífico durante las décadas de 1950 y 1960, según un artículo publicado este martes en Journal of Geophysical Research.
De acuerdo con el nuevo estudio, los ejercicios produjeron que altas concentraciones de isótopos como el cloro-36 artificial —después de pasar por la estratosfera— se acumularan en las capas de hielo de ese continente. Asimismo, también descubrieron que el lugar emite esta sustancia gaseosa de forma diferente a lo que hasta ahora se pensaba.
Se propaga hacia la atmósfera
Los expertos creían que estos isótopos ya habían desaparecido, pero tras analizar los niveles de esta sustancia en diferentes partes de la Antártida para entender cómo se comporta en zonas donde la nevada anual es más alta o más baja descubrieron que los niveles de cloro radioactivo de Vostok entre 1949 a 2007 son diez veces más elevados de lo previsto. También se dieron cuenta de que el cloro-36 se propaga hacia la atmósfera.
Los investigadores, que indicaron que los niveles de radiactividad son demasiado bajos como para perjudicar el medio ambiente, buscan entender el comportamiento del cloro en la Antártida para mejorar la tecnología de datación del hielo, lo que ayudaría a comprender mejor cómo evolucionó el clima de la Tierra a través del tiempo.
Por ello, tienen el objetivo de perforar un núcleo de hielo de 1,5 millones de años en el continente más austral de nuestro planeta.