El presidente estadounidense, Donald Trump, ha defendido este miércoles de nuevo su polémica decisión de traer de vuelta a las tropas norteamericanas a casa, ya que, según asegura, lo que sucede entre Siria y Turquía no le incumbe a Estados Unidos. ”No es nuestro problema", ha dicho sin más el presidente en una rueda de prensa en la Casa Blanca, tras recibir al presidente de Italia, Sergio Mattarella. Las palabras del mandatario estadounidense contrastan fuertemente con las de Matarella, quien condenó de forma inequívoca la intervención de Turquía en Siria.
Durante un momento de su comparecencia, Trump se revolvió contra un periodista que le preguntó si no lamentaba el desastre humanitario provocado tras la retirada de las tropas y la puesta en libertad de los presos del Estado Islámico fruto del caos en la zona. Trump reaccionó visiblemente molesto con la pregunta y negó haber dado “luz verde” al presidente turco, RecepTayyip Erdogan. De hecho, dijo que le había dado “justo lo contrario a una luz verde”. "La decisión del presidente Erdogan no me sorprendió porque él quería hacer eso hace mucho tiempo", dijo Trump a los periodistas. "Yo no le di luz verde", añadió. Del discurso que Trump dio a la prensa resaltó la afirmación de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por su siglas en turco) era un “problema mayor y una amenaza terrorista mayor que el Estado Islámico (EI)”.
El presidente estadounidense tuvo unas breves palabras para España a la que criticó por invertir “menos del 1% de su PIB en defensa”, por debajo del compromiso del 2% del PIB que establece la OTAN. “Mucha de la desestabilización de Europa está en aguas del Mediterráneo. La UE tiene que implicarse más”, reclamó el mandatario.
Trump cumplía hoy 1.000 días en el poder. El mandatario declaró que los kurdos no eran “unos ángeles” y sabían cómo defenderse y luchar frente a la ofensiva lanzada por Turquía. Además, insistió en su mantra de que Estados Unidos no es un agente policial y de que es hora de irse "a casa”. “No tiene nada que ver con nosotros", dijo el presidente ignorando la geopolítica e informando de que tanto Siria como Turquía están a “7.000 millas” de distancia de Estados Unidos.
"Si Turquía entra en Siria, es algo entre Turquía y Siria. No es nuestro problema", zanjó Trump, pese a que su propia Administración ha condenado la intervención turca en Siria, razón esta última por la que el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajan este miércoles a Turquía para tratar de presionar a Ankara.
Fue el propio Donald Trump quien, un día antes, el martes, declaró que su jefe de la diplomacia y su número dos buscaban “un alto el fuego” en el conflicto causado en la zona con el anuncio de la salida de EE UU. Trump aseguró entonces que “Mike se está preparando para un gran viaje” y afirmó que Washington estaba teniendo “conversaciones firmes con mucha gente". "Queremos ver guerras finalizadas", incidió Trump.
El presidente confía en que las fuertes sanciones que Washington está aplicando a la economía turca sirvan de freno a Ankara. “Tienen que mantener sus propiedades. Tienen que mantener la paz y la seguridad y veremos cómo lo hacen”, dijo Trump. “Hemos puesto sanciones muy duras”, aseguró el presidente que añadió que si esto no funciona Washington tiene “otras cosas” en el almacén, como tarifas muy altas al acero. “Envían por barco mucho acero a Estados Unidos”, contó Trump. “Hacen mucho dinero transportando acero. No harán tanto [con las sanciones]”. El presidente incidió en que la Casa Blanca estaba pidiendo “un alto el fuego”.
La Casa Blanca, a su vez, anunció que Pence se encontrará el jueves con el presidente turco. Por su parte, la oficina de Pence difundió por separado un comunicado en el que indica que el vicepresidente manifestará "el compromiso de Estados Unidos para alcanzar un inmediato alto el fuego y el establecimiento de condiciones para una solución negociada". El comunicado también agregaba que Pence reiterará el compromiso de Trump de aplicar "sanciones económicas" contra Turquía hasta alcanzar una solución.
La abrupta decisión de Trump este mes de retirar a los militares estadounidenses del norte de Siria dejó a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), lideradas por los kurdos, a merced de las tropas turcas y sus representantes sirios. Mientras tanto, las milicias kurdas y el régimen sirio han alcanzado un acuerdo para detener la ofensiva de Turquía, lo que ha supuesto un nuevo vuelco en el tablero de la guerra en Siria y puede afectar a diversos frentes de una guerra civil que se prolonga ya más de ocho años.
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