Trump enfada a su partido por su precipitada salida de Siria

  17 Octubre 2019    Leído: 495
Trump enfada a su partido por su precipitada salida de Siria

La Casa Blanca defiende ahora que los soldados no se repliegan sino que son trasladados a Irak.

El Partido Republicano apenas puede esconder su enojo con Donald Trump por la salida precipitada de las tropas estadounidenses de Siria, porque ha creado un vacío que en apenas unas horas se ha apresurado a llenar Rusia, que ya patrulla el territorio kurdo en la frontera con Turquía. Alarmado por la creciente insatisfacción de su partido, el presidente de Estados Unidos se proclama ahora decidido a «destruir la economía de Turquía».

Además, la Casa Blanca ha anunciado que los últimos 1.000 soldados estadounidenses a los que ha retirado de la frontera de Siria con Turquía han sido simplemente trasladados a Irak, desde donde controlan la situación por si existiera el riesgo de una crisis humanitaria. «El presidente sigue comprometido con la protección de las minorías religiosas y en prevenir crímenes de lesa humanidad en la zona», según dijo un alto funcionario norteamericano en una conferencia telefónica.

La nueva versión oficial de la Casa Blanca es que el pequeño destacamento de soldados norteamericanos corría riesgo en medio de una ofensiva entre el ejército turco y las milicias kurdas.

El lunes Trump aprobó sanciones contra dos ministros y tres altos funcionarios de Turquía y ordenó un aumento al 50% de los aranceles sobre el acero que exporta ese país. Esas medidas, sin embargo, no han tenido ningún efecto sobre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que mantiene intacta su ofensiva sobre la zona kurda.

Senadores republicanos como Lindsey Graham, que es uno de los principales aliados del presidente en el Capitolio, han tomado la decisión insólita de entablar conversaciones con los líderes demócratas de la Cámara de Representantes para negociar un paquete de sanciones más duras que las dictadas por el presidente. Estas negociaciones bipartidistas, justo cuando avanza en el Capitolio el proceso de recusación («impeachment») de Trump, preocupan profundamente a la Casa Blanca.

Según dijo ayer la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, «el presidente Trump ha desatado una situación de caos e inseguridad en Siria, y sus sanciones económicas a Turquía suponen un fracaso a la hora de enfrentarse a esta grave crisis humanitaria».

Por si acaso, y en un memorando oficial, el presidente quiso proyectar el lunes fuerza y contundencia con respecto a Turquía. Según dijo Trump, «EE.UU. seguirá empleando sus sanciones económicas para perseguir a quienes faciliten o financien estos horribles actos en Siria. Estoy completamente preparado para destruir la economía de Turquía si sus líderes siguen avanzando por ese camino tan peligroso».

El problema, para los republicanos, es la falta de efecto real de esas amenazas, porque después de que el presidente las profiriera, Turquía siguió avanzando hacia Siria y Rusia salió, como viene haciendo años, a apoyar al régimen de Bachar el Asad.

abc


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