Este jueves, los 15 países miembros del máximo órgano de decisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se reunieron de urgencia para tratar la ofensiva lanzada el miércoles por Turquía en el noreste de Siria, una movida que ya ha sido ampliamente condenada y rechazada tanto por el Gobierno de Damasco como por otros Estados.
En la sesión celebrada a puertas cerradas, las potencias del CSNU evidenciaron su división después de que Rusia y EE.UU. se opusieron a una declaración final elaborada por los cinco países de la Unión Europea (UE) que se sientan actualmente en el Consejo —Francia, el Reino Unido, Alemania, Bélgica y Polonia—.
De la reunión salieron únicamente mensajes reiterados por parte de las principales potencias, que ya se habían manifestado desde sus capitales en las horas previas. La postura más crítica fue la de los mencionados países de la UE que piden el inmediato fin de la ofensiva turca.
La inquietud europea ha sido compartida por Washington, que sin embargo se abstuvo de llamar a Ankara a detener su operación, que inició tras el anuncio de la salida de los militares estadounidenses del noreste sirio, lo que muchos han interpretado como una luz verde del presidente de EE.UU., Donald Trump, a la agresión turca.
Mientras tanto, Rusia, un estrecho aliado de Damasco, ha citado la necesidad de una “máxima contención” en la ofensiva, aunque prefirió no denunciarla. El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, señaló que las milicias kurdas se lo han merecido por escoger a EE.UU. como su principal socio en la región.
“Nosotros estuvimos animando a los kurdos a tener un diálogo directo con el Gobierno sirio, pero ellos prefirieron a otros protectores y ahora pueden ver lo que pasa”, dijo el diplomático ruso a los periodistas al salir de la reunión.
El embajador ruso descartó de igual modo cualquier posibilidad de que el CSNU consensue en los próximos días una reacción a los últimos acontecimientos, al pedir que cualquier propuesta incluya otros aspectos de la crisis en Siria, empezando por el “fin inmediato” de la “presencia militar ilegal” en el país levantino, en alusión a las fuerzas estadounidenses.
El miércoles, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el comienzo de la “Operación Manantial de Paz” en el noreste de Siria contra las milicias kurdas Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo). El operativo —el tercero lanzado por Ankara en el suelo sirio desde el inicio del conflicto en 2011— arrancó con bombardeos aéreos y de artillería para pasar luego a una ofensiva terrestre.
El Gobierno sirio ha condenado la medida turca tachándola de “flagrante” violación de su soberanía, al tiempo que ha prometido que hará frente a esta agresión por todos los medios legítimos.
HispanTV
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