Según este medio, los terroristas atacaron a los gendarmes en la localidad de Oulfaré, en el departamento de Gorgadji, hiriendo a dos de ellos. A continuación, las fuerzas de seguridad lanzaron una operación de rastreo durante la que fueron abatidos 39 presuntos yihadistas y se incautaron de varias armas y motos.
La región de Sahel es la más golpeada por la insurgencia yihadista en Burkina Faso. El viernes pasado, una veintena de personas murieron en un ataque en Arbinda.
Burkina Faso ha venido registrando en los últimos meses una creciente actividad de grupos yihadistas. En el país operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas AQMI y Al Murabitún, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
Según el 'think-tank' Africa Center for Strategic Studies (ACSS), el número de ataques obra de estos grupos pasó de tan solo tres en 2015, a doce en 2016, 29 en 2017 y 137 en 2018.
Además, también se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas.
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