"Las dos partes coincidieron en que es necesario retomar lo más rápido posible el proceso de paz en Afganistán. El ministro de Exteriores confirmó que Pakistán sigue apoyando todos los esfuerzos que se desarrollan en esta dirección. Los reunidos subrayaron que todas las partes del conflicto deben aspirar a bajar el nivel de violencia para contribuir a que el diálogo sobre la paz se reanude en plazos mínimos", dice el comunicado.

El canciller de Pakistán subrayó que a juicio de Islamabad "la guerra no resuelve el problema de Afganistán" y que las negociaciones son la única vía que lleva a restablecer la paz en el país.

"Pakistán seguirá jugando su papel en la garantía del proceso de paz en Afganistán", aseveró Qureshi, citado por la oficina de prensa de la Cancillería paquistaní.

Según trascendió antes, una delegación de alto nivel encabezada por el jefe adjunto de la Oficina Política del Talibán, el mulá Abdulah Ghani Baradar, arribó el 2 de octubre a Islamabad.

Otros medios a su vez informaron que el jefe de la delegación estadounidense para las negociaciones con el Talibán, Zalmay Khalilzad, también se encuentra de visita en Pakistán esta semana.

Durante los últimos meses, EEUU sostuvo negociaciones con el Talibán sobre la solución del conflicto afgano.

Khalilzad declaró a inicios de septiembre que una variante preliminar del acuerdo prevé retirar en la etapa inicial, de 135 días, a unos 5.000 de los 14.000 militares estadounidenses acuartelados en Afganistán, pero la firma del acuerdo fracasó debido a la postura de la Administración de EEUU.

Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.

Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue con EEUU, no con el Gobierno en Kabul.

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