"De las 78 víctimas, 50 eran mujeres y 28, hombres", precisó una fuente citada por el periódico.
La mayoría de estos crímenes de honor, según la fuente, fueron cometidos por parientes cercanos de las víctimas y en zonas rurales de Sindh.
Más del 90% de los casos siguen pendientes de juicio por diferentes razones.
"El asesinato por honor es un problema social y tiene sus raíces en la cultura tribal y en una mentalidad en la que las mujeres son vistas como subordinadas a los hombres", señaló el inspector general adjunto de la policía de Sindh, Abdul Khaliq Shaikh.
Una solución a largo plazo, según él, consiste en "cambiar esta mentalidad y empoderar a las mujeres en la sociedad en general".
Shaikh mencionó asimismo el lanzamiento de varias iniciativas encaminadas a enmendar la situación, como proyecto de prevención de crímenes de honor desarrollado en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un programa para sensibilizar a este respecto a oficiales de policía y una célula de derechos humanos en el cuartel general del ente para monitorear tales incidentes, evaluar la respuesta policial e identificar las vías para mejorarla.Sputnik
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