El secretario de Estado Mike Pompeo designó públicamente a Castro y sus cuatro hijos por supuestas violaciones a los derechos humanos. Esto impide que el exmandatario y su familia directa puedan ingresar a territorio estadounidense, así como la confiscación de sus activos en el país.

Para ello, el Departamento de Estado invocó una sección de la Ley de Partidas para Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados en la que se establece que, en casos donde el secretario de Estado tiene información creíble de que “funcionarios de gobiernos extranjeros han estado vinculados con significativos casos de corrupción y graves violaciones a los derechos humanos, esos individuos y los miembros de su familia inmediata no pueden ingresar a EEUU".

¿Qué representa este tipo de sanción?

En diálogo con Sputnik el politólogo cubano Arturo López- Levy explicó que se trata más que todo un acto simbólico incordial. 

De acuerdo con el catedrático, "el objetivo es mandar señales a la gradería de extrema derecha en Miami y a los grupos de cubanos y venezolanos que insisten en que EEUU se exprese de su lado, para presionar a los Gobiernos de Cuba y Venezuela y provocar un cambio de régimen". 

La declaración del Departamento de Estado reconoce a Castro  como "responsable de las acciones de Cuba para apoyar al 'antiguo régimen' de [Nicolás] Maduro en Venezuela a través de la violencia, la intimidación y la represión".

Además señala que, como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, "Raúl Castro supervisa un sistema que detiene arbitrariamente a miles de cubanos y que actualmente tiene más de 100 prisioneros políticos".

En el documento se nombra a los cuatro hijos del exmandatario: Alejandro, Deborah, Mariela y Nilsa Castro Espín. 

Como directora del Centro de Salud Sexual en Cuba (CENESEX) y defensora de los derechos de la comunidad LGBTQ en la isla, Mariela ha sido la más expuesta en sus viajes a EEUU.

Esta hija de Castro es una de las figuras más controversiales y vilipendiadas por la comunidad de cubanos en Miami, por lo que esta nueva sanción complace en gran medida las demandas de este grupo miamense.

Sin embargo, para López-Levy no se trata de sanciones inteligentes y tampoco es la primera vez que se aplican. En el caso de Venezuela también han sido sancionados altos cargos del Gobierno de Nicolás Maduro.

"La Administración Trump está subestimando la lógica de rabia y frustración que existe en algunos sectores de la comunidad cubano americana y está alimentando un Frankestein. Este tipo de acciones y la retórica que las acompaña es dar carne fresca a una muchedumbre insaciable en el tema de Cuba y de Venezuela", explicó el catedrático de Holy Names University en Oakland, California.

Además, está creando una expectativa de un curso hostil hacia esos dos países, indicó el experto. En varias ocasiones, altos cargos del Gobierno de EEUU, como el asesor Mauricio Claver Carone han señalado que esta Administración está dispuesta a llegar hasta el final. 

A juicio del politólogo cubano, esta expresión puede hacer a la Administración Trump rehén de su propia retórica. "Estamos de cara a la elecciones de 2020 y es difícil que vaya a ganar un voto más de ese sector pero sigue usándolo día tras día y noche tras noche con la idea de que esas personas no le fallen", indicó.

"Esto hace que la política hacia Cuba esté definida en términos de falsa moral, en la cual la única posición legítima es una postura de línea dura acompañada del slogan de 'llegar hasta las últimas consecuencias'", concluyó el politólogo.

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