El entorno de seguridad que rodea a Japón evoluciona muy de prisa, constata el informe. También va creciendo rápidamente el uso de nuevos dominios como el espacio, el ciberespacio o el espectro electromagnético, lo que implica la transformación del diseño clásico de seguridad que se centraba en las respuestas en tierra, mar y aire.
Entre los programas más importantes que menciona el documento, publicado por el Ministerio de Defensa, figuran "la adquisición de un sistema de vigilancia espacial (SSA, por sus sus siglas en inglés) el desarrollo y el fortalecimiento de la defensa cibernética y la adquisición de sistemas de guerra electrónica en red".
Por lo que respecta a las armas clásicas, el Libro Blanco prevé la construcción de destructores y submarinos, la compra de cazas F-35A, la mejora de las capacidades de aviones de combate F-15, los estudios necesarios para modernizar el destructor JS Izumo, la adquisición de misiles de largo alcance y armas de lanzamiento a distancia, las investigaciones en materia de planeadores hiperveloces (HGVP) para la defensa de islas remotas y la adquisición de sistemas terrestres Aegis Ashore.
El ejercicio fiscal en Japón empieza el 1 de abril y termina el 31 de marzo del año siguiente.
Sputnik
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