Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol ha hallado las primeras evidencias del uso de una vasija, a modo de biberón, para alimentar con leche de animales a los niños prehistóricos, conforme a una investigación recientemente publicada en la revista Nature.
Las primeras vasijas hechas de arcilla con un posible uso infantil aparecieron ya en Europa, en el Neolítico, en torno al 5000 a.C., y fueron más comunes en las edades de Bronce y de Hierro.
Los recipientes suelen tener un tamaño pequeño, que permite ser sujetado por las manos de un niño, y tiene una abertura por la que succionar el líquido. En ocasiones pueden tener pies y la forma de animales imaginarios.
De esta forma y puesto que no hay ninguna evidencia directa de su función, se ha sugerido que también podrían servir para alimentar a los enfermos.
Para investigar si las vasijas servían en definitiva para alimentar a los niños se seleccionaron tres ejemplares hallados en unas tumbas infantiles poco frecuentes en Bavaria, en el sur de Alemania. Los recipientes eran de pequeño tamaño (unos 5-10 centímetros de ancho) con una boca muy estrecha.
El equipo utilizó un abordaje químico e isotópico para identificar y cuantificar los residuos alimentarios hallados en los recipientes. Así se observó que habían contenido leche de ganado domesticado, como vacas, ovejas o cabras.
La presencia de estas vasijas especiales en las tumbas infantiles en combinación con la evidencia química confirma que fueron utilizadas como un biberón para alimentar a los niños, tanto como sustitución de la leche materna o al finalizar la lactancia.
El estudio permite obtener una gran cantidad de información sobre la lactancia y la transición a otros alimentos, así como sobre la salud maternoinfantil en la prehistoria.
HispanTV
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