Superhéroes de papel para salvar Corea del Norte

  11 Mayo 2016    Leído: 538
Superhéroes de papel para salvar Corea del Norte
Dibujos animados con propaganda política de Corea. E.M.

Las urnas del Centro de Información de Corea del Norte (CINC) acogen desde pasta dentífrica a maquinillas de afeitar, peines, termómetros o uniformes escolares utilizados en esa nación.También hay cerca de 100.000 libros y vídeos del país comunista, incluidos los "Trabajos Completos de Kim Il Sung" y otros textos atribuidos a la saga que dirige la nación desde su fundación en 1948.Los visitantes pueden incluso aprender el estribillo de la canción del "general" (el apodo del primer líder norcoreano) que dice: "El glorioso nombre de nuestro General (lo escriben con mayúsculas) es tan querido en nuestros corazones, nuestro querido Kim Il Sung de fama imperecedera, que rompió las cadenas de las masas, les dio la libertad, el sol de la Corea de hoy en día, democrática y libre...".El mismo lema que incluye una edición del semanario Pyongyang Times del año pasado, uno de los incontables periódicos que se pueden ojear en el recinto. "El presidente Kim Il Sung es alabado como el sol que esperó ansiosa la nación durante siglos", se lee en su páginas de "información".Toda una compilación de material tan inusual como prohibido en el mismo territorio donde se encuentra la Librería Nacional de Corea del Sur, ubicada en pleno centro de la capital, Seúl. La normativa local penaliza hasta con cárcel la posesión privada de este tipo de material de propaganda norcoreana."Se trata de que la gente normal puede comprender mejor Corea del Norte", explicó Kim Young-nam, el vicedirector de esta entidad, abierta a público pero en la que los visitantes requieren a veces permisos especiales para consultar determinados documentos.Los cómics norcoreanosLa amplia colección del CINC recoge cientos de tebeos norcoreanos, que en medio de este amplio catálogo de objetos se han convertido en un significativo referente para comprender la profunda brecha que se ha establecido entre las dos coreas, no ya a nivel político sino también a nivel social y cultural.Mientras que el antagonismo entre las dos naciones vecinas apenas ha sido motivo de inspiración para los populares `webtoons` surcoreanos -la respuesta local a los mangas japoneses-, que prefieren reproducir la vida de ciudadanos agobiados por las penurias habituales de esta sociedad (el acoso escolar, el desempleo, la violencia conyugal, etc.), los cómics norcoreanos siguen repletos de simbología bélica e ideología."Nosotros también pasamos por esa etapa tras la guerra de Corea. Entonces se usaban los cómics para atacar a los comunistas. En aquel entonces, el 85% de los tebeos eran `anti-comunistas`. Era divertido porque no se podía promover la violencia en el entorno infantil pero si se trataba de un soldado americano matando a un norcoreano, eso sí estaba permitido", explica el profesor Park Seok-Hwan, un especialista en cómics de las dos naciones, de la Universidad de Corea de Arte y Medios de Comunicación. "Pero a finales de los 80 ese estilo quedó arrinconado. Perdió interés", añade."Son como los que yo leía cuando era un niño, sobre los británicos luchando contra los nazis y los japoneses", apunta Nicholas Bonner, un empresario británico que suele organizar viajes a Corea del Norte.Bonner colabora con los artistas norcoreanos y prepara ahora una serie de viñetas "galácticas" con los integrantes de la factoría artística Mansudae que él mismo considera "un tanto al margen de la ortodoxia oficial". "Hay un cierto espacio para la creatividad", defiende.Esa supuesta flexibilidad resulta inapreciable en la mayoría de los tebeos compilados en el CINC, que coinciden en aferrarse a lo que parecen las tres temáticas dominantes en este tipo de publicaciones: la guerra de la resistencia coreana contra la ocupación japonesa, el conflicto civil contra EEUU y los surcoreanos, y toda una plétora de historias de animales que no pueden evitar en muchas ocasiones la arenga ideológica.Los mejores ejemplosTítulos como `Operaciones especiales`, `Defender la ciudadela`, `Muro a prueba de balas` o `Capturado`, que se entremezclan con otros de nombre menos belicosos como `Capullo de flor`. Sin embargo, también recogen historietas donde el villano es un militar de EEUU y la heroína una espía norcoreana. Por ejemplo, en el `Botón negro`, un cómic de 2004, dos estudiantes descubren a unos saboteadores precisamente porque uno de ellos dejó caer ese objeto en un campo de maíz que saqueaba. Las viñetas concluyen con una de las alumnas lanzando un sermón: "La lección que aprendimos es que tu enemigo puede ser tu vecino; incluso si se trata de algo tan pequeño (un botón) llama a la policía porque así ayudarás a capturar a los (hombres) malos".Otro cómic titulado `Difundiendo la Luz` (2014) recupera la figura de Kim Il Sung al que se eleva a un nivel mitológico y del que se dice que "bajó del Sol montado en un caballo Pegasus".Como apunta el blog especializado surcoreano `KoreaBang`, este tipo de tebeos son "una de las actividades de ocio más populares" del estado comunista y si no se dispone del dinero suficiente para comprarlas, se pueden "alquilar" por una cantidad casi simbólica en las librerías para leerlas en ese mismo lugar.Algunas se han erigido en clásicos de la infancia de generaciones de norcoreanos como, por ejemplo, una de las obras más emblemáticas de la década de los 90: "El Gran General Alas Poderosas", publicada poco después de la muerte de Kim Il Sung. El cómic recreaba la vida de varias abeja vestidas de uniforme, infatigables tanto en el trabajo como en la "defensa" de su entorno frente al acoso de las avispas, que curiosamente aparecían usando una indumentaria militar semejante a la que portaban los japoneses.El autor intentó reforzar la carga ideológica con anotaciones al margen de los dibujos. "Nunca pienses que el enemigo es una oveja, considélaro siempre como un chacal", rezaba uno de ellos.La misma popularidad que consiguieron más recientemente los dibujos animados del tipo `La ardilla y el erizo`. En esta serie televisiva los animales abandonaban su carácter entrañable para transformarse en avezados soldados y espías del país de la `Colina Floreada`, enfrascados en una guerra de misiles y tanques con el ejército comandado por los lobos.Una temática ciertamente peculiar para educar a los más pequeños pero que para muchos niños norcoreanos han sido el émulo del Pato Donald hasta el punto de que muchas guarderías se adornan ahora con imágenes de la ardilla de marras portando un RPG anti-tanque.La iconografía de los tebeos y dibujos animados compilados en la CINC se encuentra separada por varias décadas de la que predomina en el departamento de Diseño Gráfico de la Escuela Coreana de Bellas Artes.Aquí las paredes están decoradas con sofisticadas heroínas de curvas sugerentes, guerreros intergalácticos y toda una profusión de colores brillantes muy alejados con los tonos comedidos que suelen predominar en las creaciones norcoreanas.Para el profesor Park, este "desfase" se basa "no sólo en la falta de comunicación con el mundo exterior" de los norcoreanos sino también en la clara diferencia entre el objetivo que persiguen los BD en las dos Coreas: en el sur sólo buscan el entretenimiento mientras que en el norte "son una herramienta para educar a los niños, enseñarles la historia de Kim Il Sung o inculcarle sus valores". "Nuestro superhéroe sería Superman, para ellos es Kim Il Sung", añade.El mercado de los `webtoons` surcoreanos -y sus productos asociados- se ha convertido en un floreciente negocio que genera 338 millones de euros al año, una cifra que podría duplicarse en los próximos tres años, según la firma local Digieco. "Los surcoreanos dedican al menos 3 horas a la semana a leer `webtoons` y la mayoría (un 70 por ciento) lo hace en el teléfono móvil", concluye el experto.

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