Estos moluscos, pertenecientes al género Hapalochlaena, emiten rayos azules circulares por todo su cuerpo cuando se sienten amenazados. Además de un bonito efecto visual, el mecanismo puede ser considerado una gentil advertencia a los depredadores que planean comer a estos pulpos, una vez que ellos son altamente venenosos.
Existen al menos 10 especies distintas de pulpos de anillos azules conocidas en el mundo, que pueden ser encontradas en las aguas entre Japón y Australia. Estos animales suelen vivir en aguas rasas, lo que puede presentar un gran riesgo para los humanos, una vez que están entre las criaturas más venenosas de los mares.
La saliva del Hapalochlaena fasciata contiene una potente neurotoxina llamada tetrodotoxina. Un único mordisco de este molusco es capaz de matar a una persona en poco tiempo. Al menos tres muertes en Australia se han atribuido a los pulpos de anillos azules.
Como muchos otros animales venenosos, estos pulpos solo atacan si se sienten amenazados. Es decir, su mecanismo sirve más para la defensa propia que para el ataque. Así que cuando encuentres un pulpo de anillos azules mientras buceas, no hay nada que temer si no lo tocas.
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