"El compromiso del presidente en funciones Pedro Sánchez es abrir una legislatura sin necesidad de ir a elecciones y disponer de un Gobierno estable que es lo que necesita España", reza un comunicado difundido entre los medios de comunicación por el Gobierno.

En concreto, Pedro Sánchez llamará a partir de las 11:00 (hora local) al líder de la coalición izquierdista Unidas Podemos, Pablo Iglesias; al presidente de la formación liberal Ciudadanos, Albert Rivera, y al líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado.

Estos cuatro líderes acudirán a lo largo de este 17 de septiembre al Palacio de la Zarzuela para reunirse con el rey de España, Felipe VI, que se encuentra concluyendo la ronda de consulta con los líderes políticos previa a decidir si designa o no un candidato a la investidura.

Esa ronda de consultas terminará a las 18.00 (hora local) con un encuentro entre Felipe VI y Pedro Sánchez.

El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, afirmó este 17 de septiembre que su formación está "dispuesta a hablar" con todos los partidos para evitar una repetición electoral.

Pedro Sánchez fue el claro ganador de los comicios generales del pasado mes de abril, pero por el momento no consiguió los apoyos necesarios para formar Gobierno.

En el mes de julio Sánchez se sometió a una sesión de investidura en la que no consiguió la confianza del Congreso de los Diputados tras no llegar a un acuerdo con su principal socio potencial, la coalición izquierdista Unidas Podemos, con quien negoció sin éxito la posibilidad de formar un Gobierno de coalición.

En estos momentos la situación parece estar más bloqueada incluso que en julio, ya que el PSOE niega ahora la posibilidad de negociar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, que exige su entrada en el Ejecutivo como condición para votar a favor de la investidura de Sánchez.

No obstante, en la jornada del 16 de septiembre se abrió una nueva ventana de negociación para Pedro Sánchez, ya que el presidente de la formación liberal Ciudadanos, Albert Rivera, planteó la posibilidad de abstenerse en una eventual sesión de investidura del líder del PSOE bajo una serie de condiciones relativas a la gestión de la crisis catalana, política fiscal, y la gobernabilidad de la Comunidad Foral de Navarra.

Esto supone un giro de última hora en la estrategia de Ciudadanos, que desde la misma noche electoral se negó en redondo a permitir la investidura de Sánchez.

En caso de ser nominado por el rey para la investidura, Sánchez necesita el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados (176) para acceder al cargo.

Si la primera votación de investidura resulta infructuosa, el candidato también puede ser elegido por mayoría simple (más síes que noes) en una segunda votación.

El PSOE fue la formación más votada en las elecciones del pasado 28 de abril, en las que consiguió 123 de los 350 escaños que componen el Congreso de los Diputados.

Detrás del PSOE se situaron el Partido Popular (66 escaños), Ciudadanos (57), Unidas Podemos (42), Vox (24), Esquerra Republicana (15), Junts Per Catalunya (7), el Partido Nacionalista Vasco (6), EH Bildu (4), Coalición Canaria (2), Navarra Suma (2), Compromís (1) y Partido Regionalista Cántabro (1).

Por el momento, una eventual candidatura de Sánchez solo contaría con 124 votos favorables, los 123 del PSOE y uno extra procedente del Partido Regionalista Cántabro.

No obstante, la propuesta de abstención por parte de Ciudadanos, que podría sumarse a la más previsible abstención por parte de Unidas Podemos, abre una puerta para que la investidura salga adelante si más partidos deciden no bloquear la situación.

Si para el 23 de septiembre el Congreso de los Diputados no habrá conseguido investir a un presidente del Gobierno se procederá automáticamente a una repetición electoral.

Esta ronda de consultas es la séptima que realiza Felipe VI en sus cinco años de reinado, lo que da cuenta de la situación de bloqueo político que vive España, ya que su padre, Juan Carlos I, realizó un total de diez en 39 años.

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