La peculiaridad de este ataque es que dañó el importante campo de Kharis. La producción en el yacimiento se ha reducido en 5,7 millones de barriles de petróleo por día, y también hay pérdidas de gas.
Como resultado, hizo falta detener la refinería en esta área, lo que resultó en una pérdida total de 9,8 millones de barriles de petróleo por día, el 50% de la extracción total. Las pérdidas de gas ascendieron al 49% del volumen diario habitual.
Muhammed al Sabban está seguro de que Irán ordenó el ataque. Arabia Saudí, a su vez, responderá a la agresión sin falta. Mucha gente en el reino se adhiere a esta versión y apoya las represalias contra la infraestructura petrolera de Teherán, dijo Al Sabban.
El general saudí Hasan al Shahri, por su parte, dijo a Sputnik que no tiene sentido acusar a nadie en este momento. Pronto se va a conocer quién ha ordenado el ataque y desde dónde fueron lanzados los drones. El reino reemplazará la producción de petróleo con otros campos.
"Arabia Saudí no planea contraatacar ya que ello puede conducir a una guerra. Pero esto es exactamente lo que los grupos contratados en Yemen, el Líbano e Irak están tratando de lograr. A su vez, Arabia Saudí se esfuerza por lograr la paz y la estabilidad en la región", aseguró el general saudí.
El 14 de septiembre, una serie de ataques con drones provocó incendios en dos refinerías de la compañía Saudi Aramco en los distritos de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese sus acciones de combate en Yemen.
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