La futura presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, ha defendido el nombre de la cartera alegando que no hay nada capcioso en defender unos valores recogidos en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea. Sin embargo, para los críticos supone una simbólica concesión a posiciones conservadoras y populistas que durante los últimos años han calado en varios países en gran medida a costa de cuestionar la llegada de inmigrantes.
Vitorino, que ha visitado Madrid para asistir al encuentro 'Paz sin Fronteras', ha evitado pronunciarse directamente sobre el nombre de la cartera, "que puede ser más o menos conveniente", pero sí ha advertido de que es "incontestable" reconocer a Europa como "una sociedad de diversidad cultural, étnica y religiosa" que "va a seguir siendo destino de flujos migratorios".
"Por eso, la protección del modelo de vida no puede ser exclusiva a los ciudadanos de los Estados europeos, sino a todos aquellos que viven en Europa", ha advertido el jefe de la OIM, quien ha recordado que la carta de derechos fundamentales del bloque recoge "en su mayoría "derechos de la persona humana", sin "distinciones de nacionalidad, raza o credos religiosos".
Es por ello que ha llamado a respetar también los derechos y libertades de la población migrante, en un contexto marcado en los últimos años por un nivel de llegadas que no tenía precedentes en Europa desde la disgregación de la antigua Yugoslavia en la década de los noventa. Vitorino ha admitido que en 2015 hubo una llegada "masiva" pero ha apuntado que, incluso entonces, las cifras eran "manejables".
El acuerdo entre la UE y Turquía ha reducido drásticamente la llegada de migrantes a través de esa vía y en el Mediterráneo también han descendido las cifras, con unas 56.000 llegadas en lo que va de 2019. Sin embargo, la OIM ha alertado de que ahora la tasa de mortalidad en este mar es mayor y este año ya han perdido la vida más de 900 personas intentando alcanzar las costas del sur de Europa.
"Esto nos debe llevar a tomar acciones desde el punto de vista humanitario", ha reclamado Vitorino, en una entrevista a Europa Press en la que ha instado a no desatender la cooperación con los países de origen y tránsito ni la integración de los migrantes que llegan a destino.
Asimismo, ha considerado "claro" que la labor de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo, asumida en gran medida por las ONG, "sigue siendo necesaria por razones humanitarias fundamentales". Vitorino ha alertado de que, aunque la OIM recomienda no recurrir a vías irregulares de migración, "siempre hay quienes terminan en manos de traficantes".
Una vez garantizado el rescate y, por extensión, la supervivencia de quienes intentan cruzar el Mediterráneo en precarias embarcaciones, sería necesario "un mecanismo de reparto de responsabilidades". Una fórmula que, a juicio de Vitorino, debería estar basada en la "solidaridad" y podría tener "muchas variantes", de tal forma que no se limite solo al reparto de personas.
"Creo que hay que superar esta división, encontrando fórmulas imaginativas de solidaridad que pueden variar en función de la política de los distintos Estados miembro", ha planteado, a una semana de que los ministros de Interior europeos se reúnan en Malta precisamente para debatir cómo hacer frente al desafío migratorio de forma conjunta.
Vitorino también ha aludido a la necesidad de que haya "canales legales de migración regular", para que quien quiera salir de su país voluntariamente lo haga "de manera regular, legal, sin estar sujeto a los traficantes de seres humanos" que terminan convirtiendo en un "lujo" intentar dar el salto a zonas más desarrolladas como Europa.
El director de la OIM ha admitido que el debate sobre este tema "está muy politizado", no solo por parte de los gobiernos sino también por sectores de la sociedad que utilizan a los migrantes "como el chivo expiatorio de muchos problemas". Frente a este reto, ha llamado a poner los datos sobre la mesa, para que cada uno pueda llegar a conclusiones "en base a la realidad y no a la manipulación".
Este es precisamente el caladero de partidos y movimientos populistas capaces de "transmitir mensajes simples, aunque no vayan en línea con los hechos". Vitorino ha negado, por ejemplo, que se pueda hablar de "invasión" para aludir a la llegada de migrantes a Europa, ni siquiera durante la crisis de 2015: "Es una mistificación".
Sin aludir a casos concretos, también ha exhortado a los partidos históricamente moderados a no entrar en el juego de los populistas y utilizar su lenguaje, a riesgo de convertirse en una "copia" de partidos que, en última instancia terminarían ganando. "La gente siempre prefiere el original", ha señalado.
Vitorino ha valorado "positivamente" el cambio político del nuevo Gobierno italiano en materia de inmigración, días después de que Roma autorizase el desembarco de más de 80 migrantes y refugiados rescatados por el 'Ocean Viking', el barco de Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, tras un acuerdo con otros países del bloque comunitario.
Ahora, considera "esencial" que esta decisión por parte del Ejecutivo de Italia reciba como respuesta el establecimiento de "mecanismos de solidaridad europeos", ya que "es un punto positivo que tiene que ser visto en conjunto". Tanto Italia como España y Grecia son países "expuestos" a la llegada de inmigrantes por su posición geográfica, ha admitido.
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