El primer ministro británico Boris Johnson se reunirá este lunes con el presidente de la Comisión Europea Jean Claude-Juncker en Luxemburgo, para intentar desbloquear la laberíntica situación en la que se encuentra el proceso de desconexión de Gran Bretaña de la Unión Europea.
La reunión ha sido considerada como «un almuerzo de trabajo» y le sirve a Johnson para contestar a las acusaciones de no haber presentado ninguna alternativa al Brexit sin acuerdo. El presidente de la Comisión actual, que está ya en sus últimos meses de mandato, tampoco podía negarse a participar en este encuentro del que puede depender el desbloqueo de la situación aunque puede también acabar en un nuevo callejón sin salida. De todos modos, a media tarde de ayer se anunció que el negociador europeo, Michel Barnier, se sumará a la reunión, lo que significa que el intento va en serio.
El anuncio sucede a diversos rumores citados por la prensa británica sobre la posibilidad de que el Gobierno británico pudiera aceptar ahora el conjunto del acuerdo negociado con Theresa May y un principio de la llamada «salvaguarda irlandesa» basado en una frontera regulatoria en el mar de Irlanda que haga innecesaria cualquier separación terrestre en la isla. Esta había sido una de las propuestas iniciales de los negociadores europeos, que Theresa May rechazó bajo la presión de los unionistas norirlandeses del DUP, de quienes dependía su mayoría parlamentaria. No está claro si este partido ha cambiado de opinión, pero en medios políticos de Bruselas se indica que podría ser una pista de salida para el bloqueo, teniendo en cuenta que Johnson ya está en minoría parlamentaria y a estas alturas es indiferente el peso de los diputados norirlandeses. Diplomáticos británicos han adelantado que el primer ministro podría aceptar el acuerdo de retirada (que incluye el pago de cerca de 40.000 millones de euros) siempre que se encuentre una solución a la salvaguarda irlandesa y que se prometa en el futuro un tratado de libre comercio con la UE. El problema es que los partidarios más radicales del Brexit sin acuerdo han advertido que no lo aceptarán.
A reserva de cualquier cambio de última hora, todo parece indicar que el bloqueo sobre el Brexit podría resolverse en la cumbre del próximo 17 de octubre, que sería la última en la que participe el Reino Unido como miembro de pleno derecho. Está previsto que la desconexión se produzca el 1 de noviembre, aunque el Parlamento británico ha aprobado una ley que obliga a Johnson a pedir una nueva prórroga si no ha llegado a un acuerdo con la UE para entonces.
abc