"Hay una superpotencia militar y económica, EEUU", con la que Europa ha estado atada "a través de un sistema de valores", dijo la canciller. Sin embargo, destacó que "Estados Unidos ya no desempeñará automáticamente el papel de defensor de Europa, como lo hizo durante la Guerra Fría", agregando que los países europeos tendrán que hacer más para garantizar su propia seguridad.
A pesar de todas las diferencias, "todavía existe un punto en común entre nosotros", admitió la canciller, pero advirtió que no hay que poner demasiadas esperanzas en el futuro de los lazos entre Estados Unidos y Europa.
Merkel señaló que hay "una nueva narrativa de la distribución global del poder" y, por lo tanto, Europa debería estar más atenta a los cambios que se están produciendo.
La canciller alemana ha defendido durante mucho tiempo la reducción de la dependencia de Europa de EEUU, al menos en términos de política exterior y de defensa. El año pasado, dijo que era hora de que las naciones europeas "tomen su destino en sus propias manos", postura que comparte con el presidente francés, Emmanuel Macron, que también defiende una mayor soberanía para la UE.
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