Todos los cometas del Sistema Solar pueden tener el mismo origen y momento de formación, estima un grupo de astrónomos europeos, que comparó la composición de 14 cometas conocidos y elaboró un modelo químico para cada uno de ellos.
A partir de ese dato comparativo, los investigadores establecieron muchas similitudes entre estos cuerpos celestes, que solo se difieren por la presencia y ausencia de azufre en la escasa variedad de compuestos que vemos en su superficie. Sus cálculos apuntaron a una región próxima a la línea de congelamiento del monóxido de carbono, o sea muy fría, pero más caliente que el espacio exterior, tal y como lo conocemos.
La sinopsis del estudio, publicada este 10 de septiembre en la revista Astronomy & Astrophysics, señala al "comienzo de la nebulosa pre-solar" y a su "plano medio".
Actualmente no hay ninguna zona con esas temperaturas lo bastante extensa como para generar algo, pero hace aproximadamente 8 millones de años la región con esas temperaturas estaba a una distancia del 'prototipo' de Sol (o el centro del disco protoplanetario) comprendida entre las 30 unidades astronómicas primeramente y las 12 unidades astronómicas al final del período de su formación, según estimó el equipo.
Una unidad astronómica equivale a la distancia media entre la Tierra y el Sol. Hoy en día a la distancia máxima mencionada del astro se encuentra la órbita de Neptuno, mientras que la mínima está detrás de Saturno.
"Hicimos algunas estadísticas para determinar si hubo un momento o lugar específico en nuestro joven Sistema Solar donde nuestros modelos químicos cumplen con los datos de los cometas", comentó el astrónomo de la Universidad de Leiden (Países Bajos) Christian Eistrup, el autor principal de la investigación, cuyas palabras recoge el sitio web universitario.
Órbitas perturbadas y compuestos distintos
"En estos lugares, la temperatura varía entre 21 y 28 grados Kelvin, que es alrededor de 250 grados Celsius bajo cero", detalló. Dijo a continuación que los modelos elaborados por su equipo permitieron establecer que algunas reacciones suceden en la fase de hielo, aunque muy lentamente, en un marco de tiempo de 100.000 a un millón de años y este conocimiento permite "explicar por qué hay diferentes cometas con diferentes composiciones".
La formación de decenas de cometas a una misma distancia del proto-Sol podría implicar que orbitaran el astro en la misma región del sistema planetario, pero eso no sucedió y Eistrup ofrece también una explicación para su movimiento real. Dijo que las órbitas de algunos cometas podrían resultar perturbadas por Júpiter u otros planetas.
El astrónomo neerlandés admitió que la muestra es muy pequeña y dijo que está "cazando" datos sobre más cometas para aplicarles su modelo. RT
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