Según la ISRO, el aparato descendió con normalidad hasta una altura de 2,1 kilómetros, pero en la última etapa de la operación de aterrizaje la comunicación quedó interrumpida. Se desconocen las causas del incidente, mientras los operarios de la agencia tratan de retomar el contacto.
El país asiático pretendía con esta misión convertirse en la cuarta potencia espacial que llega a la Luna, después de la URSS (sonda Luna 2 en 1959), EE.UU. (sonda Range 4 en 1962 y primera misión tripulada Apollo en 1969) y China (sonda Chang'e 4 en 2019). El pasado mes de abril Israel trató de hacer lo propio con la sonda Beresheet , pero un fallo en el motor del artefacto frustró la misión.