El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá este jueves al nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, en pleno pulso por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, prevista para el 31 de octubre. Johnson quiere reabrir el acuerdo negociado durante dos años por su antecesora, Theresa May, y rechazado por el Parlamento británico. Macron se niega a cualquier renegociación y señala que la responsabilidad por el cada vez más cercano Brexit duro —la salida de la UE sin un acuerdo— recaería en los británicos.
Johnson, que el miércoles se reunió en Berlín con la canciller Angela Merkel, debe llegar al Palacio del Elíseo a las 13.00, hora local, para mantener un almuerzo de trabajo con Macron. Es su primera visita a París desde el 24 de julio pasado. Su mensaje, desde que llegó al 10 de Downing Street, ha sido que el 31 de octubre el Reino Unido saldrá de la UE, haya o no acuerdo.
En Berlín, Merkel animó a Johnson a encontrar una solución alternativa en un plazo de 30 días. La canciller ha mostrado en las negociaciones del Brexit un rostro más conciliador que Macron. En parte, porque el impacto del Brexit duro podría ser mayor en la economía exportadora alemana, pero también hay algo de reparto de papeles en el esquema de poli bueno (Merkel) y poli malo (Macron).
Esta semana Johnson ha detallado en una carta su oferta para suprimir la llamada salvaguarda irlandesa (backstop, en inglés), el mecanismo que permitiría mantener abierta, tras el Brexit, la frontera entre Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido, y la República de Irlanda, miembro de la UE. El primer ministro considera que la salvaguarda británica es una manera de mantener al Reino Unido dentro de la unión aduanera europea al incluir una parte de este país en ella.
Renegociar el acuerdo del Brexit entre Londres y la UE “no es una opción que exista”, dijo el miércoles Macron. El presidente francés señaló que Francia está preparada para la posibilidad del Brexit duro, que podría tener un impacto al restablecerse los controles aduaneros en la frontera marítima del puerto de Calais y en el Eurotúnel, que conecta Gran Bretaña con el continente bajo el canal de la Mancha.
“Yo habría preferido que no hubiese Brexit pero el pueblo británico fue consultado y se expresó. Respeto la soberanía del pueblo y su elección”, dijo Macron. Además del Brexit duro, que Francia asume como un escenario cada día más verosímil, y la renegociación del acuerdo, que rechaza, el presidente francés señaló otra vía de solución: que se produzca “un hecho político nuevo” en el Reino Unido. Es decir, o bien elecciones generales, que podrían dar una mayoría parlamentaria que aprobase el acuerdo del Brexit, o bien un referéndum sobre este acuerdo.
“Es una crisis democrática de los británicos", argumentó Macron. "Un Gobierno que decidió preguntar al pueblo, quizá de manera simplista, sin darle el manual de instrucciones, permitiendo que se mintiese sobre el manual de instrucciones. Y una democracia representativa que no sabe encontrar una mayoría para aplicar lo que el pueblo le pidió. Es bastante inedito”.
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