EE.UU. ha probado un misil de crucero, días después de su salida del Tratado INF, según lo ha confirmado el Pentágono en comunicado.
Durante la prueba, el misil voló más de 500 kilómetros y alcanzó con éxito su objetivo. El Pentágono precisó que se trata de una versión de lanzamiento modificada de un misil de crucero Tomahawk de la Marina, efectuado desde la isla San Nicolás (estado de California) y está diseñado para llevar una carga convencional y no nuclear.
El acuerdo sobre la destrucción de proyectiles de alcance medio y corto quedó oficialmente cancelado el pasado 2 de agosto a iniciativa de EE.UU. Ese día el Pentágono anunció que comenzaría a desarrollar ese tipo de misiles con ojivas convencionales que prohibía el Tratado INF.
La prueba por EE.UU. de un misil prohibido hasta ahora por el Tratado INF se produce apenas dos semanas después de su salida del acuerdo, lo que confirma que Washington se preparaba de antemano para salir del acuerdo, según ha comentado el vicepresidente del el Comité de defensa del Duma Estatal de Rusia, Yuri Shvitkin.
"Las pruebas de este misil confirman, una vez más, que EE.UU. violaba el Tratado INF y se preparaba de antemano para salir de forma unilateral. Además, esta prueba hace pensar de nuevo en la seguridad de la arquitectura del sistema de seguridad europeo", ha destacado el diputado.
El Tratado INF fue firmado en 1987 por la URSS y Estados Unidos con el objetivo de eliminar los misiles balísticos y de crucero con base en tierra con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, tanto nucleares como convencionales.
Para justificar su retirada del acuerdo bilateral, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, señaló la supuesta violación del tratado por parte de Rusia. Aunque Moscú asegura que no incumplió el acuerdo, Washington sigue afirmando ―citando datos clasificados de su Inteligencia―, que Rusia ha estado desarrollando en secreto misiles de alcance intermedio, en concreto, aquellos que, supuestamente, pueden ser lanzados desde sistemas de misiles tácticos Iskander-M, desplegados a lo largo de la frontera occidental del país.
Sobre las acusaciones de Washington contra Rusia por violar el Tratado INF, Moscú insiste en que EE.UU. no puede presentar ninguna prueba de estas supuestas irregularidades. Asimismo, la parte rusa insiste en que sus reclamaciones respecto al incumplimiento del Tratado INF por parte de EE.UU. están todas justificadas.
En particular, Rusia se refiere al uso por parte de EE.UU. de misiles señuelo, de drones pesados de asalto y de la creación de los sistemas de defensa antimisiles Aegis Ashore en Europa y en otras partes del mundo, adaptados para lanzar misiles de medio alcance Tomahawk.
EE.UU. suspende el Tratado INF
La Casa Blanca suspendió el Tratado INF a primeros de febrero y prometió abandonarlo por completo en 180 días si Rusia no cedía a sus demandas. Antes de anunciar su retirada del acuerdo, la Administración Trump había solicitado el desarrollo de un misil de mediano alcance "compatible con el INF". Sin embargo, desde la suspensión de Tratado INF, Washington ha manteido una estrategia aún más agresiva. En mayo, el Pentágono anunció dos proyectos de misiles que, aunque no son nucleares, 'encajan' en los límites establecidos por el tratado.
En respuesta a las acciones de EE.UU., el presidente ruso, Vladímir Putin, avisó que si Washington decide abandonar el tratado, "la respuesta de Rusia sería equivalente". El pasado mes de junio Putin ratificó la suspensión de la participación de Rusia en dicho tratado.
Moscú asegura que mantuvo abiertas las puertas abiertas para el diálogo hasta el último momento, pero que EE.UU. no aceptó sus propuestas y prosiguió con el proceso de retirada del Tratado INF. RT
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