Durante el interrogatorio inicial, se entendió que la razón de la deserción del militar armenio era la arbitrariedad que prevalecía en la unidad militar de Armenia, así como una actitud insoportable e inhumana hacia el personal militar.
La exposición repetida del militar armenio A. Kazaryan a presiones físicas y morales por parte de comandantes y otros militares durante mucho tiempo también es evidente en los hematomas en la cabeza y en numerosas heridas en el cuerpo.
Actualmente, A. Kazaryan está recibiendo asistencia médica. Se están tomando las medidas pertinentes para investigar el incidente.
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