La gripe podría tener una dulce cura

  19 Septiembre 2016    Leído: 846
La gripe podría tener una dulce cura

Los científicos descubrieron que la glucosa tiene un papel clave en la manera en que el organismo de ratones lucha contra distintas enfermedades.


Ayunar es beneficioso cuando se sufre una infección bacteriana, y reforzar la alimentación, en cambio, ayuda a superar una afección viral, según un artículo publicado en la revista `Cell`. Investigadores estadounidenses aseguran que esto se debe a que la fuente principal de energía para las células, la glucosa, influye en los procesos inflamatorios de manera diferente en función del tipo de enfermedad.

Para identificar si es o no aconsejable restringir el consumo de alimentos durante una enfermedad, el inmunólogo Ruslán Medzhitov y sus colegas de la Universidad de Yale (EE.UU.) llevaron a cabo una serie de pruebas con ratones de laboratorio contaminados con la bacteria `Listeria monocytogenes` y con el virus gripal A/WSN/33.


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Los animales contaminados con la bacteria perdían el apetito y morían cuando eran sobrealimentados, igual que cuando consumían glucosa pura. Al mismo tiempo, el consumo de una sustancia denominada 2DG, que evita la metabolización de la glucosa en las células, propiciaba la curación.
De manera contraria, los mismos experimentos en ratones contaminados con el virus de la gripe mostraron que una alimentación reforzada, sobre todo con glucosa pura, reducía el índice de mortalidad, mientras que el uso de 2DG aumentó el número de fallecimientos. Pruebas adicionales evidencian que una elevada cantidad de glucosa estimula el funcionamiento de los órganos que coordinan la reacción del organismo contra los efectos del virus.

Aunque perder el apetito es una reacción común durante las enfermedades bacterianas o virales, sus implicaciones dependen del tipo de dolencia. Teniendo en cuenta que la adaptación celular y los programas metabólicos son semejantes en los organismos de ratones y humanos, las conclusiones del estudio podrían tener implicaciones clínicas. Sin embargo, de momento queda mucho trabajo por hacer para determinar, en particular, si los resultados del estudio son o no aplicables a los seres humanos, concluyen los académicos.RT actualidad

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