Los talibanes sufrieron estas bajas después de que los militares afganos respondieran a su ofensiva coordinada en las áreas de Tapa-e-Qarghan y Daha-e-Ghori, norte de Baghlan.
Las fuerzas de seguridad confiscaron en el campo de batalla algunas armas y municiones, incluyendo un mortero de 82 mm, varios lanzacohetes RPG-7 y ametralladoras PKM.
Afganistán vive una situación de inestabilidad a raíz de los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico y prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados
Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue con EEUU, no con el Gobierno en Kabul. Sputnik
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