Alphabet, la matriz de Google, cerró las cuentas del segundo trimestre con una ganancia neta de 9.950 millones de dólares (8.900 millones de euros). Es una mejora del 150% cuando se compara con el rendimiento que tuvo hace un año en el mismo periodo. Amazon también presentó resultados al cierre de Wall Street. En su caso, se anotó un beneficio de 2.625 millones, casi un 4% superior al del segundo trimestre de 2018.

Los dos gigantes tecnológicos estadounidenses, cuyas prácticas de negocio están siendo examinadas bajo lupa por los reguladores de la competencia en Estados Unidos, registraron un incremento del 20% en los ingresos durante el trimestre pese a que son compañías ya muy maduras. En el caso de Alphabet rondaron los 38.940 millones, mientras que la cifra de negocio de Amazon ascendió a 63.400 millones.

Alphabet y Amazon son dominantes en negocios diferentes, pero se cruzan en algunos puntos. Las dos tecnológicas compiten cada vez más en la publicidad digital y la gestión de datos. La filial de Google registró 32.600 millones en ingresos publicitarios. Amazon Web Services, por su parte, es el rival a batir en la nube. Esa división le generó una cifra de negocio de 8.380 millones.

Google, sin embargo, se le acerca rápido. En la conferencia con los analistas adelantó que está generando ingresos en el negocio de gestión de datos a un ritmo anual de 8.000 millones. Es el doble de lo que proyectaba iba a facturar hace un año, mientras que Amazon está registrando un crecimiento inferior al 40% cuando se compara con el segundo trimestre de 2018

Los inversores recibieron así los resultados de Alphabet con una subida del 8%. En su caso, el rendimiento es mejor de lo esperado pese a los temores regulatorios. Amazon, sin embargo, se dejaba un 3% porque las cuentas muestran que el crecimiento de AWS se modera y debido a que el negocio de comercio electrónico hizo frente a un incremento del 36% de los costes, por el servicio de entregas gratuitas en un día.

Intel, por su parte, subía un 6% tras confirmar la venta a Apple por 1.000 millones de las patentes y licencias del negocio de módems para teléfonos celulares. El fabricante de procesadores ya indicó que abandonaba ese mercado cuando la tecnológica de Cupertino llegó a un pacto con Qualcomm para poner fin a la batalla legal que libraban en los tribunales, para en su lugar concentrarse en los equipos de telecomunicaciones.

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