"Los S-400 estarán completamente operativos a partir de abril de 2020. Vuelvo a decir que Turquía bajo ninguna amenaza renunciará a sus proyectos de seguridad nacional", dijo al intervenir en Ankara.
El senador norteamericano Lindsey Graham declaró con anterioridad que a petición del presidente Donald Trump había pedido al canciller turco, Mevlut Cavusoglu, no poner en servicio los S-400 rusos y aseguró que entonces Washington no impondría sanciones a Ankara.
La compra de los sistemas antiaéreos S-400 provocó fuertes tensiones entre Turquía y Estados Unidos, que exigió a Ankara renunciar al armamento ruso y en vez de los S-400 comprar los sistemas estadounidenses Patriot.
Turquía destacó en repetidas ocasiones que no renunciará a la compra de los S-400, acordada en 2017, pese a la presión de EEUU.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.
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