"La posibilidad de producir algunos elementos de los S-400 en Turquía" se sigue negociando entre Moscú y Ankara, dijo Chémezov.
El director de Rostec recordó que Rusia y Turquía están desarrollando varios proyectos en la industria de defensa como producción de sistemas para aviones y helicópteros, piezas para vehículos blindados, así como proyectos para el mantenimiento posventa de algunos tipos de armas.
"Estamos listos para varios formatos de cooperación en tecnologías, incluyendo en los sectores (...) aeroespacial, construcción de helicópteros y energía", añadió Chémezov.
Además, están en curso las negociaciones sobre la asistencia rusa en la creación de los sistemas nacionales turcos de defensa antiaérea de largo alcance.
"Turquía muestra interés por los sistemas antiaéreos de distintos alcances y los sistemas antitanque rusos", reveló.
El director de Rostec también afirmó que por petición de Ankara, la empresa aceleró los suministros de los S-400 a Turquía al recordar que el primer lote se envió este mes.
Chémezov resumió que el nivel de las relaciones bilaterales entre Rusia y Turquía "va subiendo" y que la cooperación técnica y militar "muestra una dinámica positiva".
Turquía firmó en 2017 un contrato con Rusia para adquirir cuatro baterías del S-400 por unos 2.500 millones de dólares.
El S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.
Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema ruso puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.
El 12 de julio el Ministerio de Defensa de Turquía anunció que su país había recibido de Rusia el primer lote de componentes del sistema S-400.
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