El telescopio espacial Hubble descubrió el disco de un agujero negro supermasivo que para los especialistas no debería existir.
Según la NASA, ese "inesperado" disco delgado gira de manera furiosa, por lo que representa una oportunidad para probar las teorías de la relatividad de Albert Einstein, que analizan la curvatura del espacio y la relación entre espacio y tiempo.
"Nunca hemos visto los efectos de la relatividad general y especial en la luz visible con tanta claridad", afirmó Marco Chiaberge, uno de los miembros de la investigación.
En el mismo sentido, Stefano Bianchi, autor principal del estudio, destacó lo intrigante que es la presencia del disco en cercanías de un agujero negro 'hambriento' a una distancia "que las velocidades y la intensidad de la fuerza gravitacional afectan el aspecto de los fotones de la luz". "No podemos entender la información a menos que incluyamos las teorías de la relatividad", agregó.
La clasificación de 'hambriento' del agujero negro localizado en la galaxia NGC 3147 obedece a que no hay suficiente material capturado gravitacionalmente para alimentarlo con regularidad. Por eso sorprende la presencia del disco a su alrededor ―cuyo material gira al 10 % de la velocidad de la luz―, imitando a los discos mucho más poderosos hallados en galaxias extremadamente activas.
"Es el mismo tipo de disco que vemos en objetos que son 1.000 o hasta 100.000 veces más luminosos", detalló Bianchi, quien aseguró que "las predicciones de los modelos actuales para galaxias activas muy débiles fallaron claramente".
Por último, las observaciones realizadas a través del Hubble mostraron que el gas está incrustado de manera tan profunda en un pozo gravitacional que la luz "lucha" para escapar del agujero negro, cuya masa es de alrededor de 250 millones de veces la del Sol.