La medida se atribuye a factores como la reciente destitución del gobernador del Banco Central de Turquía, Murat Cetinkaya, la repetición de las elecciones a alcalde de Estambul y el riesgo de sanciones por parte de EEUU por la compra de los sistemas de misiles antiaéreos rusos S-400.
Además, la rebaja de la calificación crediticia y el pronóstico negativo se deben a la alta inflación, el recrudecimiento de la política monetaria y el volumen actual de las reservas turcas en oro e internacionales.
Al mismo tiempo, el rating está respaldado por la economía grande y diversificada del país, con un sector privado en intenso desarrollo.
Fitch podría volver a rebajar la nota de Turquía si el Gobierno de este país no logra equilibrar y estabilizar la economía nacional, y también en caso de que aumenten las tensiones en el sector bancario, empeore la situación política y se dispare la ratio de deuda pública.
Sputnik
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