El Banco Alfa filtró 55 000 datos de clientes, en los que se incluyen: nombres, números de teléfono, direcciones y lugares de trabajo.
Por su parte, el Banco HCF filtró cerca de 25 000 datos, en los que además se incluyen detalles del pasaporte y el supuesto límite de crédito.
A su vez, el Banco OTP registró la mayor fuga, con 800 000 datos personales. Ante esto, representantes de la banca rusa afirman que la filtración de datos fue controlada y se toman medidas para contrarrestar nuevos incidentes.
Expertos en seguridad bancaria aseveran que la filtración de junio fue realizada por trabajadores de las financieras y no por fallos en los sistemas de seguridad virtual.
Los datos personales de los clientes se han convertido en un gran negocio en el país, hasta el punto de que las empresas no temen poner anuncios en Internet en los que ofrecen datos personales, sin importar para qué fines van a ser empleados.
Ciudadanos extranjeros, así como empresas y trabajadores de misiones diplomáticas, también han sido víctimas de esta fuga. Sin embargo, los representantes de la banca aseguran que no corren ningún peligro, ya que los datos filtrados son mínimos, y en el peor de los casos, no dan más información que una cuenta en las redes sociales.
HispanTV
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