En una entrevista concedida el domingo a la cadena estadounidense NBC News, Trump confesó que “probablemente” no está preparado para encarar una derrota en dichos comicios.
“Sería mucho mejor si dijera ‘sí’. Sería mucho más fácil para mí decir: ‘Oh, sí’. No, probablemente no estoy muy preparado para perder. No me gusta perder. No he perdido mucho en mi vida”, dijo el mandatario norteamericano.
En medio de protestas en su contra, el inquilino de la Casa Blanca inició el 18 de junio su campaña electoral en Orlando(Florida) en busca de salir reelegido por cuatro años más.
Cuando le preguntaron sobre el impacto de un posible juicio político (impeachment) en su contra, Trump sugirió que, de hecho, sus posibilidades de permanecer en la Casa Blanca por un segundo periodo serían mayores si los demócratas iniciaran un proceso de impeachment.
Los demócratas piden con mayor insistencia un juicio político contra el presidente de EE.UU. después de la publicación del informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la supuesta intervención rusa en la campaña electoral de 2016.
En el citado informe, Mueller exoneró a Trump de sospechas de connivencia con Moscú, aunque se refirió a las intensas presiones, más de una docena de casos, ejercidas por el presidente republicano para boicotear la investigación. En esta línea, varios demócratas también están convencidos de que el documento expuso numerosas irregularidades del presidente, que, a su juicio, son suficientes para demostrar con claridad su ineptitud para el cargo.
A este respecto, el mandatario estadounidense tachó de “ilegal” la investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE.UU. sobre los supuestos contactos del equipo de Trump con los rusos, hecho que devino en la investigación del fiscal Mueller. También criticó el impeachment que buscan impulsar en su contra por ser “una cosa muy injusta”, dado que, en su opinión, el informe de Mueller no mostró ninguna “colusión”.
Si la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, votara a favor del juicio político, quedaría en manos del Senado, controlado por los republicanos, la decisión de condenar o no al presidente.
HispanTV
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