"Iniciamos con más de 30 millones dólares de transferencia directa, dentro de un programa que contempla más de 100 millones de dólares (…), sin condiciones ni políticas, ni económicas, ni financieras, porque somos pueblos hermanos", dijo Ebrard una ceremonia, tras la reunión de los presidentes Andrés Manuel López Obrador, de México, y Nayib Bukele, de El Salvador, celebrada en la ciudad de Tapachula, en la frontera sur mexicana.

Esos fondos se destinarán para exportar a El Salvador un programa social, diseñado originalmente para sembrar un millón de árboles frutales y maderables en el sureste mexicano, y generar 400.000 empleos agroforestales.

"Se va a incluir un programa similar con las modalidades que tiene El Salvador, para cultivar más de 50.000 hectáreas", detalló el jefe de la diplomacia mexicana ante ambos mandatarios, en el acto de lanzamiento del PDI elaborado por los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, con la participación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal).

El plan para atender a las regiones de origen de los flujos migratorios masivos hacia EEUU "consiste en 30 recomendaciones para cambiar la vida de las personas en el sur de México y los países de Centroamérica", explicó Ebrard.

El jefe de la diplomacia mexicana y principal responsable de implementar un acuerdo con EEUU para contener la migración y evitar la imposición de aranceles a sus exportaciones hacia ese país, expresó que "este es el primer paso concreto que se traduce en una realidad a partir de hoy".

La iniciativa cuenta con el respaldo de Alemania, España, y recibió el apoyo del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guteres, la Unión Europea y la comunidad Iberoamericana.

El PDI para Centroamérica "marcar una ruta distinta en el mundo como respuesta a la migración", puntualizó el canciller.

A pedido del presidente mexicano, Ebrard leyó un fragmento del pacto firmado el 7 de junio con la Casa Blanca, en el que ambos países "reconocen los fuertes vínculos entre el crecimiento económico en el sur de México y el éxito de la promoción de la prosperidad, el buen gobierno y la seguridad en Centroamérica".

Asimismo, la administración del presidente estadounidense Donald Trump reafirmó en ese acuerdo "su beneplácito al Plan de Desarrollo Integral lanzado por el gobierno de México en conjunto con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, para promover estos objetivos", leyó el diplomático.

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