Hay empresarios y ejecutivos que podrían llevar su carrera hacia la política y, al revés, políticos que se reciclan en empresarios o ejecutivos. Nada es imposible, pero Willie Walsh, consejero delegado de International Airlines Group (IAG), difícilmente utilizaría una puerta giratoria.

Cinco años después de ensamblar una fusión empresarial tan política como la de Iberia con British Airways, mira con distancia los gobiernos que regulan su negocio: España, Reino Unido y, tras la compra de Aer Lingus, Irlanda. "No necesito reunirme con ministros, he tenido éxito en mi empresa sin hacerlo", asegura.

El próximo mes de junio, esta empresa con sede social en Madrid y oficinas ejecutivas en Londres, afrontará el referéndum británico para permanecer en la UE o abandonarla y una nueva ronda de elecciones generales en España. "No apoyamos ninguna opción en particular. Nos llevamos bien con cualquier Gobierno que apoye nuestra industria", dice.
Acaba de abrir una nueva ruta a San José (California), el centro mundial de la economía digital. Teme un proceso de disrupción en las aerolíneas similar al que sufren sectores con competidores como Google, Apple o Facebook?

Ya hemos tenido procesos de disrupción en nuestro negocio por la llegada de la economía digital y los hemos superado. ¿Recuerda cuando decían que las teleconferencias iban a acabar con los viajes? Y luego está la comercialización. Han surgido numerosas compañías dispuestas a canalizar nuestras ventas de billetes, pero a día de hoy el 40% lo hacemos nosotros mismos a través de la web.
Conectar todos sus aviones a internet con wifi dará a Facebook o Google acceso directo durante el vuelo a sus pasajeros, algo que no sucedía hasta ahora.
Tiene razón, es un gran cambio. Facebook entiende muy bien a los consumidores y nuestro reto es entender mejor al cliente. Tenemos una gran cantidad de datos de nuestros usuarios que, al fin y al cabo, lo que quieren es volar.

España espera este verano un nuevo récord de turistas. ¿Es usted igual de optimista con Iberia?
Iberia es ya muy distinta de lo que era. El ambiente dentro de la empresa y la marca han mejorado mucho. Este año su actividad crecerá un 6% y no hay grandes cambios, aunque hay mucho trabajo que está por hacer. Luis Gallego [presidente de Iberia] lo dice desde hace tiempo y si hay posibilidad de pactar con los sindicatos un acuerdo para reducir más personal, lo hará.

La composición del `holding` IAG también ha cambiado mucho.
Bankia fue nuestro mayor accionista y ahora es Qatar, que no ha pedido entrar en el consejo de administración. Ahora entra como consejero Emilio Saracho, con gran experiencia y reputación en el sector financiero, y Mark Bolland, de Marks&Spencer. Nos deja César Alierta y Martín Broughton. Martín era fantástico y fue fundamental en la formación del `holding`.
¿Cómo es el plan de recuperación de rutas?
Brasil está tan débil que hemos decidido retirar capacidad que habíamos asignado cuando su economía iba mejor. También de otros países africanos, cuyas economías están relacionadas con el petróleo y que ahora tienen que ajustarse a los nuevos precios. Hemos decidido trasladar esa capacidad a nuevas rutas en Asia, como Shanghai o Tokio. Ahora bien, aunque existe un gran interés en ambos puntos de la conexión, llevará su tiempo.
¿Y como ve la marcha de la economía española?
Si me hubiera hecho esta pregunta hace un año hubiera tenido una respuesta más optimista que darle, pero creo que la combinación de un petróleo barato y la ausencia de Gobierno debilitan la economía española.

Han sido cuatro meses inéditos para los españoles.
Y lo entiendo. Pero los gobiernos forman parte de la economía y si están, pero no toman decisiones, los inversores y el ritmo de los negocios también frenan. Consiguen bajar el déficit, pero porque no se hace nada, no hay gasto por parte del Gobierno. La economía española crecerá con fuerza, pero menos de lo que podría.
Afecta de algún modo que uno de los ministros que regulan su área, como José Manuel Soria, hayan salido del Gobierno sin ser reemplazados?
No, de ninguna manera. No he conocido nunca un ministro en España y es algo que tampoco me ha impedido tener éxito en mi carrera y los negocios.
De cara a unas elecciones, hay opiniones empresariales que temen la llegada al Gobierno de opciones populistas.

En IAG nos llevamos bien con todo tipo de gobiernos que apoyen la industria aeronáutica. En general, España es un país muy positivo con la aviación. Creo que se da cuenta de la importancia que tiene para todo el país.
¿En que medida temen los resultados del referéndum para el Brexit?

En ninguna. Si Reino Unido saliera de la UE habría un efecto claro a corto plazo por los movimientos de divisas, pero no más allá. La gente seguirá viajando. Nosotros somos muy flexibles.
¿Pero están a favor o en contra de la permanencia de Reino Unido en la UE?
Yo votaré que hay que permanecer, pero no decimos a la gente qué es lo que tienen que votar.
Hay partidos que han planteado la renacionalización de Aena.

No me importa demasiado. Nosotros trabajamos tanto con aeropuertos públicos como privados. Lo que tenemos claro es que nos cargan tasas excesivas y nos atraen cuando nos tratan como a clientes.
Aena ya les ha congelado las tasas.
Pero después de subirlas una locura. Las aerolíneas somos las que más trabajo hacemos en el aeropuerto, mucho más que Aena.

La apertura de un hub a Air Europa durante la reconversión de Iberia ha sido muy criticada por Luis Gallego.
Iberia y su transformación han hecho que sea más competitiva que Air Europa. IAG tiene las dos mejores aerolínea españolas así que no nos preocupa demasiado Air Europa.
Una manera de resolver la división de Barajas o la llegada de un grupo mayor sería una compra.

No nos interesa, ya tenemos las dos mejores aerolíneas. Sabemos que llevan un año negociando con los chinos, sin señal de ningún avance. Air France-KLM? No creo que estén ahora en disposición de interesarse por Air Europa.

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