Un tribunal en Alemania sentenció el jueves a una segunda cadena perpetua a Niels Högel, un enfermero acusado del asesinato de 85 pacientes mediante inyección.
El enfermero, de 42 años de edad, es acusado de haber inyectado a unas 90 personas una dosis letal de diversos medicamentos entre 2000 y 2005 para luego intentar reanimarlas con el único fin de hacerse notorio como una figura heroica ante la opinión publica germana. La inyección les causaba a las víctimas colapsos respiratorios y cardíacos.
En 2015 Högel ya había recibido la cadena perpetua por la muerte de los seis primeros muertos descubiertos, pero una revisión a fondo en los centros sanitarios por los que pasó durante su vida profesional ha aumentado la cifra de víctimas que, según reconoce también la sentencia, serán seguramente más de las establecidas.
Los expertos psiquiátricos indicaron que Högel sufre un profundo problema de narcisismo. Durante el juicio, explicó que sufría por el estrés de su oficio y por la falta de personal en los hospitales. El enfermero en cuestión es considerado el mayor asesino en serie en la historia de Alemania desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
HispanTV
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