La noche del miércoles 29 de mayo "aproximadamente a las 23:10 horas locales (5:00 GMT), un grupo de extranjeros de origen cubano albergados en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, promovieron una salida no autorizada de 62 personas", informó el Instituto Nacional de Migración (INM) en un comunicado.

Los migrantes caribeños provocaron "un incendio en las instalaciones además de agresiones físicas al personal" del INM, dice el reporte oficial.

El incendio fue controlado de manera inmediata "y ninguna persona extranjera resultó lastimada"; personal de las autoridades migratorias federales está se encuentra también a salvo, puntualizó el organismo.

El INM aún cuantifica los daños materiales, "a fin de realizar las acciones administrativas y denuncias legales que correspondan".

Esta es la sexta fuga de migrantes de origen cubano que han realizado pequeños motines multitudinarios en instalaciones de reguardo migratorio en el sur del país, donde esperan sus trámites, pero es la primera vez que ocurre en una estación de la frontera norte.

Desde la primera fuga de un millar de personas, la gran mayoría cubanos, de la estación llamada Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas (sur), el 25 de abril pasado, hasta el 7 de mayo los migrantes cubanos protagonizaron cinco escapes de esas instalaciones de 6.000 metros cuadrados techados, con jardines, a 50 kilómetros de la frontera con Guatemala.

El flujo de cubanos cruzando territorio mexicano creció tras el deshielo de las relaciones entre EEUU y Cuba, a partir del 2015.

Esa migración por México creció aún más a partir de enero de 2017, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, cuando terminó con la política conocida como "pies mojados, pies secos", que otorgaba asilo inmediato a las personas que tocaran territorio estadounidense.

Las autoridades mexicanas han explicado que las nuevas rutas de migración cubana parten desde Nicaragua, Panamá, o incluso Sudamérica.

A partir de este año, la población caribeña no goza de los llamados "permisos de salida" para dejar México por cualquier parte del territorio, que los cubanos bautizaron como "salvoconductos" para llegar a la frontera norte a solicitar asilo.

Unas 300.000 personas indocumentadas han ingresado a territorio mexicano en los primeros meses del año, según autoridades locales, que ofrecen visas de trabajo limitadas al sureste del país solo para migrantes centroamericanos, para desincentivar la marcha hacia EEUU.

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