La salud de Julian Assange ya se había “deteriorado significativamente” durante los casi siete años que pasó dentro de la embajada de Ecuador en Londres (la capital británica), y ha continuado empeorando a lo largo de las siete semanas que ha pasado en Belmarsh, denunció el miércoles WikiLeaks en un comunicado.

“Ha perdido peso de manera dramática; la decisión de trasladarlo al área de salud habla por sí misma”, reza la nota, publicada en la cuenta oficial del portal de filtraciones en Twitter. 

WikiLeaks cuestionó el trato que el Reino Unido le ha dispensado a Assange desde su arresto, argumentando que genera muchas dudas para una “nación que respeta los derechos humanos”. 

El fundador de la plataforma de Internet WikiLeaks, famosa desde que en 2010 difundiera cientos de miles de documentos diplomáticos y militares secretos de Estados Unidos, era objeto de una orden de detención británica desde 2012.

El 13 de mayo, a través de una carta, Assange declaró que se veía imposibilitado de ejercer su defensa en prisión ante los intentos de EE.UU. por conseguir su extradición y, posiblemente, su muerte.

El 11 de abril, el Gobierno de Ecuador le retiró el asilo diplomático a Assange y le expulsó de su legación, donde residía desde junio de 2012. Una vez expulsado, el activista fue arrestado por la Policía británica y permanece recluido en la prisión de Belmarsh, conocida como “la Guantánamo” del Reino Unido.

Justo después de que la Policía de Londres se llevara a Assange de la embajada ecuatoriana, Estados Unidos exigió su extradición para juzgarlo basándose en una acusación formal realizada en marzo de 2018 por conspiración para cometer intrusiones en computadoras, con una pena máxima de cinco años de prisión. Suecia también lo reclama para que responda por cargos de abuso sexual. 

De ser extraditado a EE.UU., diversas fuentes estiman que la Justicia de ese país prepara cargos en contra del periodista que podrían acarrearle varias décadas en prisión.

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