Casi 1.000 menores por día cruzan de forma irregular frontera Argentina-Bolivia

  11 Septiembre 2016    Leído: 289
Casi 1.000 menores por día cruzan de forma irregular frontera Argentina-Bolivia
Al menos 900 menores atraviesan cada día de manera irregular la frontera entre la localidad argentina de La Quiaca (norte) y la boliviana de Villazón (sudoeste), poniéndose en riesgo de sufrir trata y explotación ante la desidia de las autoridades, indica un informe publicado esta semana en Buenos Aires.
"Analicé las fases estructurales que permiten que haya personas que se aprovechen de la situación de vulnerabilidad de la gente que vive allí", contó a Sputnik Nóvosti el autor del informe "Los Invisibles de la Quiaca" realizado para el Foro de Periodismo Argentino.

Uruguay tiene la menor pobreza de Latinoamérica pero persiste vulnerabilidad de los niños Según la Pastoral Migratoria de la Prelatura de Humahuaca, citada en la investigación, esos 900 menores "son todos chicos del lugar que cruzan cotidianamente tanto desde La Quiaca a Villazón, como desde Villazón a La Quiaca y, entre ellos, se camufla a las víctimas captadas". Granda se adentró en la situación que viven miles de personas a un lado y otro del paso fronterizo a través de los casos de un adolescente de 17 años, Ariel, que continúa desaparecido, y de Antonella, una niña argentina de 14 años que desapareció en diciembre de 2013 de una escuela de la Quiaca y fue rescatada tres meses más tarde en la ciudad boliviana de Potosí (sur).

"Durante 2010 pasaron por la frontera 25.000 niños y jóvenes, de los cuales solo retornaron 7.000", indicó el exdefensor departamental de Potosí, Jorge Oporto Ordoñez, al diario local El Tribuno, en declaraciones recogidas en el informe. El exfuncionario calculó que unos 18.000 menores podrían estar trabajando en campos y talleres clandestinos en Argentina, "mientras que otros podrían haber tenido como destino la explotación sexual", añadió.

"El tráfico ilegal de personas en zonas cercanas a la frontera con Bolivia es un negocio instalado", constató Granda. La oficina más cercana del Ministerio de Seguridad de Argentina está en la provincia norteña de Tucumán, a unos 600 kilómetros de la frontera, mientras en el ámbito provincial, no existe ninguna institución pública ocupada en este asunto, reveló el autor. Cerca del puente fronterizo más transitado del noroeste argentino, en cambio, se hallan varios prostíbulos, donde fueron halladas algunas de las menores desaparecidas. Excepciones En este panorama se destaca la ministra plenipotenciaria del Servicio Exterior argentino, Reina Sotillo, galardonada por el Senado boliviano con una mención honorífica por haber rescatado a más de 2.000 menores durante sus ocho años de gestión "en una actividad más humanitaria que consular", acotó Granda.

América Latina busca alcanzar estándares mínimos en la lucha contra la trata de personas La funcionaria representa casi una excepción en "esta especie de agujero negro al que las autoridades dan la espalda", reflexionó Granda en diálogo con esta agencia. En su investigación, el autor hizo referencia a la organización argentina Esclavitud Cero, que calcula que niñas bolivianas de entre 12 y 13 años "son ofrecidas para todo servicio" en Argentina por 2.500 dólares al año.

Las menores trabajan en condiciones denigrantes "y también son abusadas sexualmente", aseguró su directora, Mercedes Assoratti en un Congreso Antimafia realizado en la Universidad de Buenos Aires. "Las historias se repiten: niños mula; adolescentes paseros o estibadores, terminan enredados en distintos tipos de explotación o trata de personas", concluyó Granda en su informe. Sputnik

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