Estados Unidos perdió ante Singapur y cayó a la tercera posición. Aunque Washington todavía ocupa el primer lugar en el mundo en términos de eficiencia de infraestructura e indicadores macroeconómicos, la competitividad de la economía estadounidense se ha visto afectada por el aumento de los precios del combustible, el debilitamiento de las exportaciones de alta tecnología y las fluctuaciones en el tipo de cambio del dólar.
Singapur encabezó la clasificación gracias a su infraestructura tecnológica desarrollada, trabajadores calificados, legislación de inmigración favorable y eficiencia en la creación de nuevas empresas.
El segundo lugar, como el año anterior, se ubicó Hong Kong.
Por primera vez, la lista de las diez principales economías más competitivas contiene dos países de Oriente Medio: Catar (décimo lugar) y los Emiratos Árabes Unidos (quinto lugar). Hace tres años estaban, respectivamente, en los puestos 13 y 15. "Ahora, los Emiratos Árabes Unidos ocupan el primer lugar en el mundo en rendimiento empresarial, superando a otras economías en áreas como la productividad laboral, la transformación digital y el espíritu empresarial", señalan desde el IMD.
Arabia Saudí ha subido 13 puestos en el 'ranking', el salto más grande de este año, hasta el puesto 26. Recibió la más alta calificación global por la inversión pública en educación.
Los países del norte de Europa, que tradicionalmente ocupan lugares altos en esta clasificación, han perdido sus posiciones. Dinamarca cayó del sexto lugar al octavo y Noruega del octavo al 11. Además, los Países Bajos cayeron del cuarto al sexto, Alemania, del 15 al 17.