El británico Jordan Adlard Rogers heredó la histórica finca Penrose, del condado de Cornualles (Reino Unido), al haber demostrado, gracias a una prueba de ADN, que era el hijo de su anterior propietario, informó Cornwall Live.
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Jordan, de 31 años, trabajaba previamente como asistente social. Trató de establecer relaciones con su padre, Charles Rogers, desde que tenía 8 años. No obstante, el dueño de Penrose —drogadicto durante décadas— no lo reconoció hasta su muerte, que se produjo en agosto del año pasado.
"Cuando tenía 18 años llamé a su puerta y le pregunté si podía hacerse la prueba y me dijo que lo hiciera a través de los abogados. Tenía 18 años, por lo que había otras prioridades en aquel momento", dijo el heredero al diario.
Desde entonces, escribió varias veces a Rogers, pero no recibió respuesta. Por fin, contrató a un abogado y probó su procedencia, a pesar de la resistencia de algunos miembros de la familia.
"La gente dice que tengo suerte, pero daría cualquier cosa por poder volver atrás y que Charles supiera que yo era su hijo. Tal vez entonces podría haber tomado un camino diferente", confesó.
Al obtener la finca, cuyo valor se estima en 63,5 millones de dólares, Jordan dejó su trabajo. Planea dedicarse a la caridad y enfocarse en los problemas de dos comunidades vecinas: Porthleven y Helston. "No voy a olvidar de dónde vengo", aseguró.
Etiquetas: ADN
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