La recesión en Argentina no parece estar ni cerca de dar vuelta la página. Luego de que en 2018 el peso se devaluara más del 100%, se cerrara el año con casi 50% de inflación y el PBI per cápita se desplomara un 3,3%, la economía argentina pareciera haber alcanzado una relativa estabilidad cambiaria y la actividad se sostiene gracias a una cosecha récord del campo. Pero eso es todo en cuanto a buenas noticias.
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el sector industrial funcionaba al 40% de su capacidad en marzo de 2019, principalmente afectado por el derrumbe de la actividad de las automotrices, que tan solo en abril pasado acumularon una caída de su producción de 34%. En 2018, la industria cayó 5% en total, se calcula que cerca de 3.000 personas perdieron sus puestos de trabajo y solo las automotrices llegaron a tener suspendidos alrededor de 7.000 trabajadores a principios de 2019.
En su último informe, publicado en abril, la Unión Industrial Argentina (UIA) destacó que la actividad manufacturera tuvo una caída de más de 13% interanual en marzo y de más de 9% en el primer trimestre de 2019, acumulando un desplome de 11 meses consecutivos. “Este modelo no va más”, dijo como reacción Guillermo Moretti, vicepresidente de la entidad.Sputnik
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