"Seis marineros rusos que se encontraban de hecho atrapados casi un año en el barco Streamline, por fin pudieron el 24 de mayo pisar tierra y regresar al país", informó el Consulado General de Rusia en su página de Facebook.
La entidad indicó que esos hombres fueron prácticamente rehenes del contencioso que mantienen dos compañías turcas por la propiedad del barco.
La embarcación había sido arrestada en junio de 2018 por deudas de su anterior propietario, la empresa Seamann.
El nuevo dueño del navío Akca Shipping exige el levantamiento del arresto.
A su vez, los marineros reclaman a Akca Shipping el pago de la deuda salarial que a día de hoy asciende a 140.000 dólares.
Los tripulantes hicieron dos huelgas de hambre y amenazaron con bloquear el estrecho de Bósforo si la compañía propietaria no les desembolsaba los salarios.
El Bósforo que conecta el mar Negro con el de Mármara, constituye una de las vías marítimas más transitadas del mundo.
El Consulado General precisó que la situación de los tripulantes empeoró drásticamente en las últimas semanas después de que Akca Shipping cesó el mantenimiento del barco.
Según el organismo, los marineros fueron dejados a su suerte sin agua, ni alimentos ni asistencia médica.
"La irresponsabilidad de esta empresa hacia sus obligaciones contractuales, así como el desprecio a los derechos humanos elementales, debería ser una advertencia para los marineros rusos que planean trabajar para Akca Shipping", subrayó el Consulado.
Señaló que los seis tripulantes rusos pudieron volver al país gracias a las gestiones del propio Consulado en Estambul, el gobernador de esa ciudad y las autoridades portuarias.
Etiquetas: