La escalinata del Tribunal Supremo, en Washington, se convirtió en el escenario principal de la protesta. Allí estuvieron presentes varios aspirantes demócratas a la presidencia y líderes políticos como Chuck Schumer, jefe de filas de los demócratas en el Senado.

"Los que quieren privar a las mujeres del derecho a elegir creen que pueden ganar ¿Pueden ganar?", preguntó el Schumer al tiempo que la multitud gritaba "no".

"Creo que no es justo que un extraño decida si puedo o no puedo tener un hijo, si debo tenerlo o no", comenta una joven.

"Nunca voy a saber cómo se siente una mujer -explica un joven-, pero sí sé que las mujeres están siendo atacadas, que sus derechos están siendo atacados, así que creo que ha llegado el momento de alzar la voz".

La ola de leyes antiabortistas de los últimos meses busca forzar al Tribunal Supremo a que se replantee su histórica decisión de 1973, llamada "Roe versus Wade", que legalizó la interrupción del embarazo en todo el país. El proyecto consiste en provocar un litigio y obligar al máximo tribunal del país a pronunciarse sobre el tema, con la esperanza de que la mayoría conservadora de la corte incline la balanza en contra del aborto.

Este movimiento prohibicionista se ha visto envalentonado por el discurso antiaborto de Donald Trump y de su vicepresidente Mike Pence. Además de la ley de Alabama, en otros estados como Kentucky, Misisipi o Georgia se han aprobado leyes que impedirán abortar en cuanto se detecte el latido del corazón del feto.

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