"Llegaron unas 15 personas en tres o cuatro vehículos -cuenta el dueño de una tienda-. Uno traía una espada. Intentaron atacarme, amenazaron con matarme. Me escapé por la puerta trasera. El mismo grupo atacó la tienda de mi hermano".
Todo comenzó cuando grupos de jóvenes armados con palos y barras de hierro hicieron irrupción en distintas zonas de norte del país. En cuestión de horas, la violencia se fue extendiendo por toda la isla, obligando a las autoridades a decretar el toque de queda y prohibir las manifestaciones y concentraciones.
Redes sociales bloqueadas para evitar que sirvan para atizar la tensión intercomunitaria
El Ejército ha sido desplegado para contener la violencia. También han sido bloqueadas las redes sociales para evitar que se utilicen para atizar la tensión intercomunitaria.
Esta escalada de tensión se produce menos de un mes después de la matanza del Domingo de Resurrección, cuando una serie de atentados contra iglesias y hoteles de lujo, reivindicados por el grupo Estado Islámico, dejó 258 muertos.
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Etiquetas: SriLanka
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