Pasadas 12 horas de intercambios de ataques, se informa de al menos dos israelíes heridos y al menos cuatro palestinos muertos, entre ellos un menor y una mujer embarazada.

“Desde la mañana se detectaron unos 250 lanzamientos de cohetes de la Franja de Gaza contra el territorio israelí, decenas de los cuales fueron interceptados por las unidades de defensa antiaérea Cúpula de Hierro", dice el parte militar al tiempo de detallar que el 70% de los cohetes, lanzados por los grupos Hamás y Yihad Islámica, cayeron en zonas despobladas.

Uno de los blancos destruidos por los golpes israelíes fue un túnel subterráneo bajo la frontera, excavado a unos 20 metros de profundidad, por los radicales de Yihad Islámica que pretendía usarlo "para perpetrar atentados terroristas en Israel", según el Ejército.

El portavoz militar israelí Jonathan Conricus afirmó en una rueda informativa para los medios que Israel logró eliminar a lo largo de la jornada a "cinco o seis terroristas" y aseguró que los ataques israelíes apuntan solo contra los blancos militares.

Por su parte, el líder palestino, Mahmud Abás, condenó los bombardeos israelíes al denunciar, según la agencia Wafa, "el silencio de la comunidad internacional ante los crímenes y las violaciones del derecho internacional perpetrados por Israel".

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