Buenos coches, mujeres increíbles y martinis mezclados, no agitados. Los días de esta combinación que nunca falta en una película de Bond, James Bond pueden tener los días contados. A Ian Fleming, el escritor y novelista que creó el personaje en 1953, seguro que ni se le podría haber pasado por la cabeza que el agente secreto más famoso del mundo pudiera ser otra cosa que un hombre impolutamente vestido, seductor nato, revestido a partes iguales de ironía y frialdad y dispuesto a pasarse los escrúpulos por el forro –eso sí, elegantemente– con tal de acabar con el malo, malísimo de turno. Ni a Fleming ni a ninguno de los ocho actores que han interpretado el codiciado papel desde que se estrenó el primer filme de la saga en 1962. Bueno a ninguno, menos a Daniel Craig, el actor británico que llegó en 2006 y que se ha convertido en el que más años –que no películas– ha tenido a su cargo el personaje.
A pesar de las dudas que sobrevolaron su último estreno como Bond, Craig acaba de comenzar en Jamaica el rodaje de la siguiente entrega, Bond 25, y no se le ha movido ni un pelo de su atildado tupé al decir que apoyaría que una mujer le reemplazara cuando abandone la franquicia, un momento que muchos creen llegará cuando se estrene el filme en el que acaba de empezar a trabajar.
"Todos deberíamos ser considerados para el papel", ha manifestado Craig a The Mirror, "también las mujeres y los afroamericanos. Debería haber grandes partes de todos en todos los ámbitos". El actor de 51 años no esquivó la pregunta y aseguró que una mujer en el papel de este agente secreto podía estar en el futuro de la saga, una opción que entiende apoyada por los cambios que se están dando en la sociedad.
Daniel Graig y su esposa Rachel Weisz en un evento en Los Ángeles. CORDON PRESS
El mismo argumento lo apoyó con anterioridad el actor Dominic West, el inolvidable McNulty de The Wire, quien el pasado mes de diciembre manifestó públicamente que el próximo James Bond debería ser la soldado transgénero briátnica Hanna Graf. El actor veía en la figura de esta soldado del ejército británico infinitas posibilidades narrativas, aunque la afectada aseguró, que a pesar de sentirse halagada por la propuesta, entre sus planes no tiene previsto dedicarse a la actuación. También otra exchica Bond, Madeline Smith, ha afirmado estos días que el agente secreto podría recaer en una mujer en el futuro: "No veo ninguna razón por la que una mujer no pueda interpretar el personaje de James Bond".
Sin embargo la productora de la película, Barbara Bronccoli, no parece estar muy de acuerdo con ninguno de ellos: "Bond es masculino. Fue escrito por un hombre y creo que probablemente se quedará como un hombre. Y está bien que sea así. No tenemos que convertir a los personajes masculinos en mujeres. Vamos a crear más personajes femeninos y hacer que la historia se ajuste a esos personajes femeninos".
Por tanto de momento Bond seguirá rodeado de féminas, entre ellas la actriz española de origen cubano Ana de Armas, sea Daniel Craig o no el siguiente en continuar con sus aventuras. Tampoco hace falta preocuparse por ello porque las heroínas comienzan a copar sus propios títulos en una tendencia imparable de inequívoco signo igualitario que alcanza también a la industria cinematográfica.
Hasta hace menos de una década que una mujer fuera la heroína poderosa en solitario de una película o un comic era una auténtica rareza. Los movimientos feministas han cambiando esa visión sesgada del mundo y aunque en él no haya superheroínas que vuelen y disparen rayos salvadores, sí han llegado a la gran pantalla, y lo han hecho para quedarse. La Capitana Marvel es solo una de ellas,pero el hecho de que supere en poderes a muchos de sus iguales masculinos es significativo y que haga uso del sarcasmo para declararse la más poderosa frente al fornido Thor, el inteligente Ironman o el mismísimo Capitán América, tampoco es un hecho fortuito.
Algo parecido ocurrió con el personaje de Katniss de la saga Los Juegos del hambre, cazadora, fuerte, protectora, capaz de llorar al mismo tiempo que desarrolla una inteligencia estratégica para enfrentarse a los enemigos. Una heroína extraordinaria pero más creíble. Wonder Woman,¨Xenia, Electra, Tormenta, Catwoman o la Viuda Negra, son otros personajes femeninos dispuestos a salvar el mundo. Pasar de las superheroínas a las superespías no es nuevo, pero sí es un símbolo de los tiempos que se especule con que James Bond, el icono del hombre por excelencia, pueda ser un día una mujer, aunque solo sea en el imaginario de quienes ya han encarnado el personaje y ya se hable de Idris Elba, el hombre más sexy del mundo como el próximo James Bond. Un negro en la corte de la élite de los espías británicos.
Elpais
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