El Lille necesitaba ganar los seis partidos que le quedaban hasta el final del curso y que el PSG perdiera todos los suyos, para poder arrebatarle el título. Su empate en Toulouse hace campeón matemático al equipo de la capital, que consigue su segunda Ligue 1 consecutiva y aspirará el sábado de la próxima semana a un doblete nacional, en la final ante el Rennes en la Copa de Francia.
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