"Seguimos de cerca la situación, esperamos que Sudán sea capaz de resolver por sí mismo la situación en el país, cualesquiera que sean los cambios en Sudán, no escatimaremos esfuerzos para desarrollar las relaciones de cooperación amistosa entre China y Sudán", dijo Lu ante la prensa.
El portavoz expresó la esperanza de que Sudán pueda preservar la paz y la estabilidad en el país.
Respondiendo a la pregunta de si el Gobierno de China reconoce el consejo militar creado recientemente en Sudán, Lu enfatizó que su país "no se entromete en los asuntos internos de otros países".
El ministro sudanés de Defensa, Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf, anunció el 11 de abril la detención del presidente Omar Bashir —quien había permanecido en el cargo durante 30 años—, la formación de un consejo militar que gobernará el país en los próximos dos años, la suspensión de la Constitución de 2005 y la imposición del estado de emergencia por tres meses.
La composición del nuevo gobierno no se ha dado a conocer hasta el momento.
La Asociación de Profesionales Sudaneses, el gremio que lidera el movimiento de protestas, rechazó el golpe militar e instó a traspasar el poder a un gobierno de transición civil, acorde a la voluntad popular expresada en la Declaración por la Libertad y el Cambio a principios de este año.
Las protestas en Sudán comenzaron en diciembre pasado, después de que el Gobierno decidiera aumentar los precios de los productos básicos, y se saldaron con decenas de muertos y centenares de heridos desde entonces.
El Comité Médico Central de Sudán, citado por Radio Dabanga, informó de al menos 13 civiles muertos el 11 de abril y centenares de heridos en varias zonas del país como resultado de la represión por parte de las fuerzas de seguridad sudanesas y los grupos paramilitares.
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