En el sector hotelero la idea de que el Reino Unido pueda salir sin acuerdo de la Unión Europea preocupa y mucho. El presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Molas, aseguró ayer que “un Brexit duro podría suponer una caída cercana al 15% en la llegada de turistas británicos a España en la próxima temporada estival”. Esto implicaría la pérdida de unos 2,7 millones de turistas, teniendo en cuenta que cada año visitan España unos 18 millones de británicos.
Durante la presentación del índice hotelero elaborado por Cehat y PwC con las previsiones del sector para primavera y Semana Santa, el presidente de la patronal insistió en puntualizar que “esos datos responden a la previsión de que se cumplan los augurios más pesimistas con Gran Bretaña”. Porque la evolución de los primeros meses del año muestra la tendencia contraria. “Los turistas británicos se siguen comportando con toda normalidad”, aseguró.
En Semana Santa
La ocupación hotelera ascenderá hasta el 87% y se espera que se creen unos 200.000 empleos
Esa normalidad implica que son unos de los clientes turísticos más adelantados en hacer sus reservas vacacionales. En concreto, en los primeros meses del 2019 las reservas procedentes del mercado británico se han incrementado un 3% en toda España. Incluso, en zonas como la Costa Daurada han crecido casi un 6% y en la Costa del Sol subieron cerca del 5%, según las estimaciones de la patronal hotelera. Este comportamiento aseguran que responde a que los británicos están adelantándose a la posibilidad de que ocurra un Brexit duro que afecte con fuerza a la cotización de la libra y por ello prefieren asegurar sus vacaciones de verano en las condiciones actuales.
Aunque, hay datos contradictorios, como la caída de reservas de británicos de hasta el 9% en Eivissa y Menorca o del 6% en Mallorca. “Aquí pueden influir también los problemas de conexión aérea y la ecotasa que ha tenido una subida escandalosa. Cuatro euros por persona son 16 euros al día para una familia británica media. Un coste muy alto que puede estar influyendo”, criticó Juan Molas, al tiempo que pidió la retirada de este impuesto.
Pero no sólo el turismo británico está flojeando. La ralentización del crecimiento económico en Francia y sobre todo en Alemania también preocupan al sector. “Hay una correlación directa entre el PIB de estos países y la tarta de turistas que viene a España”, explicó ayer Cayetano Soler, socio responsable de Turismo, Transporte y Servicios de PwC.
De momento, España parece estar soportando bien esa ralentización económica y las tensiones como el proteccionismo o el mencionado Brexit. “A pesar de las adversidades políticas y la ralentización económica el sector se sigue comportando de manera extraordinaria. Sólo Canarias baja un 1,1% por la caída del mercado nórdico este invierno en algunas islas y por la bajada del mercado alemán. Pero esperamos que se recupere con el mercado nacional”, explicó Molas.
Frente a estos disgustos internacionales, el comportamiento de la demanda turística nacional hace ser muy optimistas a los propietarios de hoteles. De cara a Semana Santa barajan un incremento de la ocupación del 10% respecto a los años anteriores que ya marcaron récords. Desde Cehat confían “si la meteorología acompaña” en llegar a una ocupación del 87% entre Jueves Santo y el final de Semana Santa y cercana al 60% entre el Domingo de Ramos y el miércoles. También esperan batir récord en contratación con la creación de 200.000 empleos.
De cara al verano el nubarrón está en la rentabilidad. Se espera mantener la afluencia de turistas aunque bajará la rentabilidad. Pero a nivel español, sobre todo preocupa “la inoperancia del Gobierno para sacar a concurso los pliegos del Imserso”. Molas recordó que es un programa clave para asegurar la continuidad de la actividad y el empleo en el sector. Las consecuencias de un retraso, como el que tuvo lugar en el 2015, “son muy negativas”, advirtió.
Lavanguardia
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