El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, se reunió con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, para discutir sobre el posible impacto de las sanciones impuestas por EE.UU. a las empresas extranjeras que negocian con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro en Venezuela. 

Durante una visita a Washington, Borrell dejó entrever que podría ser un problema si las sanciones tocan a empresas españolas en Venezuela, según información de la agencia Efe. 

"Hay empresas petrolíferas españolas, que no voy a mencionar por su nombre, que están manteniendo una cierta actividad, y en la medida en que esa actividad pueda plantear un problema con respecto al régimen de sanciones que los americanos han establecido, naturalmente esa cuestión sí lo hemos hablado", dijo Borrell al terminar la reunión con Pompeo. 

Advertencia de Washington
Hace unos días, Reuters informó sobre el pedido del Gobierno de EE.UU. a compañías e intermediarios petroleros de todo el mundo, para que reduzcan sus negocios con Venezuela o, en caso contrario, podrían enfrentar sanciones. 

De acuerdo con varias fuentes, el Gobierno estadounidense advirtió a las firmas del sector energético "sobre los posibles riesgos que enfrentan al realizar negocios" con Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA).

Desde finales de enero, Washington anunció sanciones contra Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA), entre las que se encontraban el bloqueo de los pagos que hagan empresas estadounidenses al comprar crudo venezolano; el congelamiento de unos 7.000 millones de dólares en activos de su subsidiaria en EE.UU., Citgo, además una pérdida estimada de 11.000 millones de dólares de sus exportaciones durante los próximos años. 

Nuevas elecciones
El vocero del Departamento de Estado, Robert Palladino, informó tras la reunión entre Pompeo y Borrell que el Gobierno estadounidense agradeció al canciller español "los esfuerzos" de Madrid "para apoyar un regreso a la democracia en Venezuela", informó AP. 

Por su parte, Borrell reafirmó la postura del Gobierno español de que deben celebrarse nuevas elecciones en el país sudamericano, cuestión que es rechazada por Venezuela, donde se convocaron comicios legítimos en mayo del año pasado y en los que también se midieron candidatos de la oposición.

Asimismo, el canciller español negó que el objetivo del llamado Grupo de Contacto de la Unión Europea sea, "como algunos temen", darle "oxígeno" al Gobierno del presidente Maduro.

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