Más de 200 000 millones de dólares controlan las seis Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), empresas privadas que reciben mensualmente las cuotas que obligatoriamente deben descontar de sus salarios los trabajadores chilenos.
En un sistema de reparto, los trabajadores que terminan su vida laboral reciben pensiones que llegan al 80 % de su sueldo en actividad. En cambio y aunque un trabajador tenga un puesto estable y le permita cotizar mensualmente durante toda su vida activa, el sistema de captación individual entrega jubilaciones de apenas un tercio de lo que recibe un empleado.
Durante la manifestación también se criticó el proyecto de reforma al sistema de pensiones que impulsa el Gobierno de Sebastián Piñera, el cual aseguran busca mantener con un respirador artificial a un sistema fracasado.
Para el movimiento contra las AFP, la solución al problema pasa por volver a un sistema solidario como el que existió en este país sudamericano hasta 1980 cuando en medio de las reformas laborales impuestas por la dictadura militar chilena se creó este jugoso negocio que hoy administra un pequeño grupo de empresas.
HispanTV.es
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